Según un recorrido que hizo la agencia Reuters por calles de El Cairo, Egipto, sucursales de McDonald's y de otras cadenas de comida rápida lucen desiertas.
Las marcas occidentales resienten el impacto en Egipto y Jordania, y hay indicios de que la campaña se está extendiendo a otros países árabes, como Kuwait y Marruecos.
Algunas de las empresas a las que se dirige la campaña han adoptado posturas proisraelíes y otras tienen vínculos financieros con Israel o con inversiones en ese país.
En Jordania, el boicot también estaría afectando a la cadena estadounidense de cafeterías Starbucks, donde los inconformes entran a las sucursales para pedirles a los pocos clientes que mejor consuman en otra parte.
Las campañas de boicot se han extendido en naciones donde el sentimiento propalestino ha sido tradicionalmente fuerte. Egipto y Jordania firmaron la paz con Israel hace décadas, pero esos acuerdos no condujeron a un acercamiento popular.
Las protestas reflejan también una oleada de ira por una operación militar israelí más destructiva que las anteriores, que ha provocado una crisis humanitaria y la muerte de 13.300 civiles, según las autoridades de Gaza, gobernada por Hamás.
De acuerdo con la agencia, las anteriores campañas de boicot en Egipto, la nación más poblada del mundo árabe, tuvieron menos repercusión, incluidas las promovidas por el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), liderado por palestinos.
Un empleado de las oficinas corporativas de McDonald's en Egipto que pidió no ser identificado dijo a Reuters que las ventas de la franquicia egipcia en octubre y noviembre cayeron al menos un 70% en comparación con los mismos meses del año pasado.
La aceptación de los boicots ha sido desigual, sin grandes repercusiones en algunos países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Túnez. Incluso allí donde los boicots tienen más seguidores, algunas personas se muestran escépticas de que puedan tener mucho efecto.
En otras partes del mundo, como Turquía e incluso México, también se ha llamado a ejercer un boicot contra grandes marcas occidentales que se han pronunciado a favor de Israel. En el caso turco, los manifestantes han arremetido contra ese tipo de firmas y al movimiento se sumó la Asamblea Nacional Turca, que a principios de noviembre ordenó retirar los productos de ciertas marcas de sus restaurantes por su supuesto apoyo a Israel en medio del conflicto en Gaza.
Por su parte, en México, el 20 de noviembre, el Comité por la Liberación de Palestina anunció un boicot contra las empresas mexicanas que comercian con Israel, el cual se espera comience con una protesta frente a las oficinas de Cemex, a la que acusan de vender el cemento para la construcción del muro en Cisjordania.
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