La investigación, llevada a cabo por un equipo de la Universidad de Arizona y el Instituto de Tecnología de California, desafía las concepciones previas sobre la formación de la Luna y plantea la hipótesis de que una parte del manto de Theia se encuentra ahora debajo de la Tierra, en las regiones profundas del manto terrestre, específicamente bajo África occidental y el Océano Pacífico.
El geólogo chino Qian Yuan, quien inicialmente presentó la idea en una conferencia virtual, ahora respaldada por su equipo y publicada en Nature, afirma que la hipótesis es cada vez más plausible.
Las similitudes en la composición del manto y las zonas sísmicas anómalas observadas apoyan la teoría de que estas son consecuencias naturales de la colisión.
Aunque la formación de la Luna ha sido históricamente atribuida al impacto entre la Tierra y Theia, este estudio desafía la noción convencional de que dicho impacto resultó en la homogeneización de la Tierra primitiva.
Los investigadores argumentan que estas regiones sísmicas enigmáticas son una "consecuencia natural" del impacto, marcando el inicio de la evolución geológica de la Tierra a lo largo de 4.500 millones de años.
Este fascinante enigma en la geodesia plantea nuevas preguntas sobre la formación del sistema solar y destaca la necesidad continua de explorar y comprender los misterios que yacen bajo la superficie terrestre.
Por su parte, Hongping Deng, del Observatorio Astronómico de Shanghái dijo lo siguiente en un comunicado: "Nuestros hallazgos desafían la idea tradicional de que el gran impacto provocó la homogeneización de la Tierra primitiva.
El gran impacto que formó la Luna parece ser el origen de la heterogeneidad del manto temprano y marca el punto de partida de la evolución geológica de la Tierra a lo largo de 4.500 millones de años".
Datos Clave del Estudio:
- La composición del manto terrestre y del manto de Theia es sorprendentemente similar, ambos compuestos por aproximadamente un 8% de hierro.
- Después de la colisión, Theia se ubicó en la parte más profunda del manto terrestre, a unos 2.900 kilómetros bajo tierra.
- Las masas gigantescas detectadas bajo África occidental y el océano Pacífico podrían ser vestigios de Theia, incrustados en la Tierra tras el impacto colosal.
Datos Clave del Estudio:
- La composición del manto terrestre y del manto de Theia es sorprendentemente similar, ambos compuestos por aproximadamente un 8% de hierro.
- Después de la colisión, Theia se ubicó en la parte más profunda del manto terrestre, a unos 2.900 kilómetros bajo tierra.
- Las masas gigantescas detectadas bajo África occidental y el océano Pacífico podrían ser vestigios de Theia, incrustados en la Tierra tras el impacto colosal.
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