La unión europea se pone la soga al cuello: Dicen que no pagarán el gas ruso en rublos; entonces no lo obtendrán

La unión europea se pone la soga al cuello: dicen que no pagarán el gas ruso en rublos; entonces no lo obtendrán.

¿En serio? 

Unión europea no pagará gas ruso en rublos 

Así es, según los mandamases del grupo de los 7 (el G7), la unión europea no pagará el gas ruso en rublos, tal como lo exige Vladimir Putin; pero, si no paga en rublos, entonces, ¿en qué moneda lo harán? 

Pues solo hay de una sopa, o pagan en rublos, o no hay gas. 

Así es, que no intenten buscarle 5 patas al gato porque solo tiene cuatro y no tienen otra salida, o pagan el gas ruso en rublos o rusia no les envía su gas. 

Y es que, ante el anuncio de que la unión europea se negaba a pagar el gas ruso en rublos, salió el presidente ruso, Vladimir Putin, a declarar que no harán obras de caridad y que, si la unión europea no les paga en rublos, ellos no suministrarán el gas. 

Según dicen los jefes de la Unión europea, o más bien, sus amos, es decir, el gobierno de los EEUU, que es ilegal la demanda de rusia pues los contratos se hicieron en dólares y euros y que, por lo tanto, ellos se ceñirán al contrato pactado y que por eso no pagarán en rublos. Sin embargo, ¿acaso lo que hicieron la unión europea y los EEUU si es legal? 

Por supuesto que tampoco es legal; es decir, el congelar las cuentas bancarias rusas en el extranjero de manera arbitraria también es ilegal. Es más, todas las sanciones que ha impuesto últimamente EE.UU. y sus aliados europeos y asiáticos contra Rusia también son ilegales, pero eso ellos no lo ven así; o más bien, si lo ven, pero no les importa; lo que ellos quieren hacer es hundir económicamente a rusia, y el que digan que rusia está violando los contratos para el suministro de gas solo es la excusa para hacer que las sanciones surtan su efecto. 

Si alguien ha violado la ley, y su legalidad, son precisamente las potencias occidentales al imponer a rusia sanciones injustas y al haber robado virtualmente su dinero al “congelar” las cuentas bancarias rusas en el extranjero. Eso de “congelar” solo es un eufemismo para no decir las cosas como son; es decir, que en realidad se apropiaron ilegalmente del dinero que es de propiedad rusa. 

Así es, porque en realidad ese dinero no lo volverá a ver el gobierno de rusia; no mientras no se dobleguen ante los caprichos de occidente. Y claro, rusia jamás se doblegará, y aunque le hayan arrebatado este dinero, encontrará la manera de cobrárselos, y una de esas maneras es exigiendo el pago del gas ruso solo en rublos. Así que rusia no retrocederá y si no pagan en rublos pueden irse despidiendo del gas ruso a partir del primero de abril del presente año. 

Finalmente EEUU consiguió lo que había buscado por tantos años: Que Europa renuncie al gas ruso en favor del gas estadounidense. 

Así es, EE.UU. durante años estuvo buscando la manera de lograr que Europa abandonase el gas ruso para que se lo comprasen solo a ellos, y esta situación que actualmente se vive en ucrania ha sido la excusa perfecta para obligar a los europeos a vetar el gas ruso. 

Para tal propósito, los líderes del G7 (EEUU, Alemania, Italia, Japón, Francia, reino unido y Canadá) se reunieron el día de ayer para firmar acuerdos, acuerdos que entre ellos se encontraba el compromiso de los EEUU para suministrar a Europa 15 mil millones de metros cúbicos de gas licuado en lo que resta de año. 

Sin embargo, esa cantidad de gas solo representa el 4% de las necesidades de ese recurso para Europa. Por otro lado, esa cantidad de gas sólo cubre menos del 10% del gas que rusia suministra anualmente a la unión europea, pues rusia les proporciona alrededor de 155 millones de metros cúbicos de gas natural al año, de tal manera que esta cantidad (la que suministra Rusia) representa alrededor del 40% de todo el gas que Europa consume anualmente. 

Así que, ¿de dónde sacará Europa los restantes 140 millones de metros cúbicos de gas natural que rusia les proporciona al año? 

Pues, según los acuerdos firmados el día de ayer, EEUU les proporcionará unos 50 millones de metros cúbicos de gas natural licuado anualmente en el futuro; no obstante, no especifica qué futuro es ese, pues puede ser para el próximo año, o para el año 2030, o 2050. 

Y aunque así fuera, suponiendo que fuera para el próximo año, aun así, la unión europea tendrá un déficit de 105 millones de metros cúbicos de gas ruso.  Y, entonces, ¿quién les proporcionará esa cantidad restante de gas?. 

Pues ellos esperan que países como Catar o arabia saudita suplan esa necesidad de gas para Europa; no obstante, ya catar, como la misma arabia saudita, han salido a declarar que no podrán aumentar su producción de gas en el presente año, ni en los años subsiguientes.  

En el caso de arabia saudita, ellos no aumentarán su producción de gas en los próximos años, una por que no pueden, y la otra, porque tienen compromisos firmados con la OPEP para no aumentar su producción, tanto de gas, como de petróleo. Asimismo, arabia saudita no puede aumentar su producción, aunque quisiera, porque debido a los constantes ataques de represalia de Yemen su infraestructura petrolera se ha visto muy afectada, además de que no pueden garantizar que no sufrirán nuevos ataques en el futuro. 

En el caso de Catar, ellos sí podrían aumentar su producción de gas, pero eso lleva tiempo, pues hay que perforar nuevos pozos, y construir más instalaciones de almacenaje y procesamiento. 

Así que, al menos para el presente año, Europa no recibirá más gas que el que EEUU les ha prometido; es decir, recibirán, a lo mucho, 15 millones de metros cúbicos de gas adicionales.  Así que esto deja en el aire los restantes 140 millones de metros cúbicos de gas que Rusia les proporciona anualmente. 

También hay que aclarar que esos 15 millones de metros cúbicos de gas natural licuado que EEUU les está prometiendo, muchos de ellos provendrán de suministros de gas que otros países ya no recibirán por cedérselos a Europa, supuestamente, pero habrá que ver si esos países a la mera hora no se echan para atrás y finalmente deciden no ceder sus contratos de gas ya firmados con los proveedores, o si sí lo harán.  Lo más probable es que al final no se los cedan a Europa, lo que nos llevaría a una situación como la actual; es decir, que Europa no encontrará en un futuro inmediato sustituto para el gas ruso; y para que lleguen finalmente a suplirlo por completo pasarán años, sino que décadas de años, para que eso suceda. 

Y es aquí donde surge la otra pregunta, ¿Qué hará mientras tanto Europa? ¿se quedará sin gas y, por lo tanto, sin energía para mover su industria, para calentar sus hogares en invierno o para conducir sus vehículos eléctricos? 

Pues, según ellos, así será porque afirman que no pagarán el gas ruso en rublos, lo que significa que se quedarán sin el 40% de la energía necesaria para mover la economía de sus respectivos países. 

Eso no me lo creo, solo un loco, un desquiciado, sería capaz de dejar a su gente sin energía el 40% del año, o sin el 40% de la energía durante todo el año. 

Ellos dicen que reducirán el consumo energético en Europa en los próximos meses y años, pero, ¿al 40%?, eso no se los cree ni Batman, ni la abuelita de Batman, o su abuelita misma. 

¿Acaso dejar sin energía al 40% de la población de Europa es de gente honesta, de gente honorable?, pues no, eso más bien parece la acción de un dictador más que la acción de un gobierno “democrático”.

¿Por qué ha de pagar la gente los errores, los caprichos, de sus gobernantes? Y sí, son sus errores, sus caprichos, los que han llevado hasta esta situación actual. 

Europa, o más bien, la unión europea, no tienen opción al gas ruso, o lo compran, o se quedan sin gas; y eso ya es dentro de dos días. 

Tendrán alguna cantidad almacenada, pero no les durará ni un mes ese gas almacenado, y entonces, ¿Qué harán?, ¿cómo se lo explicarán a su gente? ¿dirán que toda la culpa es del malvado Vladimir Putin? Ese cuento ya no se los cree ni su abuela. 

Todo lo explicado hasta el momento es en el supuesto de que la economía europea entre en recesión, es decir, que no crezca, porque si crece, y se supone que eso es lo que todos desean, entonces sus necesidades energéticas aumentarán invariablemente, no disminuirán, tal como hoy prometen los líderes europeos; pero quizá los ciudadanos europeos ya se hayan resignado y estén dispuestos a sacrificar su futuro para hacer realidad los caprichos de sus gobernantes, es decir, para castigar a Vladimir Putin, y al pueblo de Rusia, por sus presuntas maldades. 

Los lideres europeos no trabajan para el bienestar de su pueblo; no, ellos solo trabajan para complacer los caprichos de los gringos. Es más, EEUU exige a Europa que vete el gas ruso, sin embargo, ellos continúan comprándole petróleo a Rusia; es una doble moral la que maneja el tío Sam, y los europeos se la comen todita. 

No hay opción para Europa, o compran el gas ruso en rublos, o se quedan sin el 40% de la energía que necesitan. 

Recordemos que el gas no solo se utiliza para calentar la comida, o para encender el boiler o la calefacción, también se utiliza en la industria y, sobre todo, para generar energía eléctrica en las plantas de generación de electricidad, pues el gas alimenta los motores de combustión interna que mueven los generadores eléctricos. ¿O de dónde piensan los europeos que obtienen su energía eléctrica?. 

La energía eléctrica se obtiene ya sea de generadores que utilizan motores de combustión interna, o de nucleoeléctricas, o de hidroeléctricas, o de generadores que utilizan vapor de agua para mover una turbina, vapor que se obtiene precisamente de la quema de combustibles fósiles, combustibles como el diésel, la gasolina, el carbón mineral, o el mismo gas. 

Y las llamadas energías limpias, esas que utilizan la luz solar, o el aire, o los géiseres, solo representan alrededor del 20% de la energía que se consume actualmente en toda Europa; en algunos países el porcentaje es más, pero en otros es menos. Y no es mayor la participación de las energías limpias porque no pueden competir en costo contra las energías tradicionales; además de que no hay muchos lugares donde aprovecharlas (es decir, donde instalar los generadores eléctricos, como los aerogeneradores o las hidroeléctricas), y donde si los hay, comienza a haber una saturación de los mismos. 

Así que, no importa cuanta palabrería digan los líderes europeos, la realidad es una, y esa es que Europa depende de rusia para obtener el 40% del gas que consume anualmente; y suponiendo que lograsen encontrar nuevos proveedores, como es EEUU o Catar, la dependencia de rusia seguirá siendo muy alta. 

Sin embargo, a raíz de toda esta guerra comercial y económica emprendida por occidente contra rusia, los precios internacionales de la energía, como es el gas y el petróleo, se han disparado exponencialmente; y sí a inicios del conflicto el petróleo cotizaba en unos 90 dólares, ahora cotiza en alrededor de 115 dólares el barril de crudo, lo que representa un aumento de alrededor del 22%; no obstante, en días anteriores se llegó a cotizar hasta en 150 dólares el barril de crudo; esto mismo se aplica al precio del gas. 

Así que, por donde lo veamos, esto solo significan malas noticias para Europa, y si continúan con esta retorica de no comprar el gas ruso solo lograrán que el valor de este siga aumentando; y de todos modos al final se lo tendrán que comprar a rusia, pero a un sobre coste. 

Asimismo, si esos países que hoy se comprometen a cederle a Europa sus contratos de gas ya firmados, al final no lo hacen, solo empeorarán la situación de los europeos, con lo que tendrán que comprar el gas al precio que se los den, y solo habrá un proveedor que se los podrá suministrar, Rusia. 

Además, si esos países ceden finalmente a Europa su gas que ya compraron, o ya contrataron, entonces tendrán que comprar más gas, lo que aumentará su demanda y, por lo tanto, su precio. 

Y es una falacia decir que la unión europea disminuirá su consumo de energía, pues eso solo significaría una cosa: Que su crecimiento económico se detendrá; porque si desean seguir creciendo económicamente, solo hay una opción, consumir más energía, sí o sí. 

Claro, Europa podría sustituir toda su maquinaria industrial por otra más eficiente, energéticamente hablando, o por otra que no consuma gas, pero, ¿eso cuánto les costará?, y al final, ¿habrá valido la pena? 

Eso, en pocas palabras, es perder competitividad frente a los productores extranjeros, pues ellos no tendrán que desembolsar enormes cantidades de dinero para transformar su industria, y ese dinero lo emplearán en abrir nuevas fábricas para producir más, y más barato. Porque, ¿De dónde saldrá todo ese dinero para sustituir las máquinas, los generadores eléctricos y todo lo demás que se requiera?, pues si, del bolsillo de los consumidores, lo que, al final, restará competitividad a toda Europa porque hará sus productos más caros 

Pero, quizá, tal vez, eso es precisamente lo que desea EEUU: restarle competitividad a la industria europea para que ellos aprovechen y los desplacen del mercado; tal como quieren hacer hoy con el gas ruso desplazándole del mercado europeo con su propio gas. 

Por otro lado, esta sustitución del gas  natural ruso por el gas LP estadounidense solo va a traer un desastre ecológico, pues mientras el gas ruso se extrae de depósitos naturales, el gas licuado estadounidense se extrae de pozos petroleros que se perforan mediante la técnica del fracking; es decir, mediante la fracturación hidráulica; y es exactamente como su nombre lo indica: se fractura el subsuelo, para que por ahí salga el petróleo y el gas, mediante la utilización de grandes cantidades de agua inyectada a presión. 

Esto, como se puede entender, requiere cantidades enormes de agua, agua que, además, se vuelve toxica y se filtra a los depósitos de agua potable subterráneos, contaminando eventualmente los ríos, la tierra y el agua que se extrae mediante pozos.  Todo un crimen medioambiental; y todo supuestamente para castigar al “malvado” de Vladimir Putin. 

Asimismo, esta técnica de la fracturación hidráulica genera micro sismos, además de poder generar posibles fallas sísmicas, fallas que en un futuro podrían generar terremotos.