Lo ocurrido la semana pasada muestra que no hay armas de política monetaria y cambiaria. Esta, tampoco será una semana fácil para el BCRA.
Una de las grandes incógnitas en el mercado financiero local y en Wall Street es si en en los próximos días el BCRA logrará manejar la situación cambiaria.
Lo ocurrido la semana pasada muestra que casi no tiene las armas de política monetaria y cambiaria para hacerlo y al parecer esta semana no será una fácil para el BCRA si no toma alguna medida para frenar la demanda de dólares.
Hay consenso en el mercado financiero local que no le quedará otra alternativa generar una fuerte devaluación del peso en el mercado oficial de cambios similar a la de enero del 2014. En ese entonces, el valor del dólar oficial saltó un 25 % pasando de $6,50 a $ 8,10 en medio de un cepo cambiario menos restrictivo que el actual.
A esa medida tomada hace 8 años, entre el 22 y el 23 de enero de 2014, se le sumaron dos meses previos de aceleración del ajuste cambiario controlado o crawling peg y un fuerte salto de la tasa de interés, del 16% al 26% anual durante enero.
La principal razon de esa decisión, tomada un par de meses después de las elecciones de medio término que perdió el kirchnerismo frente al Frente Renovaodr de Sergio Massa, fue que el entonces presidente del BCRA Juan Carlos Fábrega pese a la negativa del ministro de Economía Axel Kicillof decidió que frente a la débil posición de reservas del Central no había otra opción mejor que devaluar.
Hoy llama la atención la dinámica de la suba donde desde el martes pasado el valor del dólar paralelo rompió récords históricos dia a día. La semana pasada la cotización del dólar libre suma cuatro ruedas consecutivas operando en niveles récord. El viernes aumento $5 para cerrar a $219 en el mercado paralelo, mientras que las cotizaciones financieras continuaron con tendencia alcista.
En en el mercado informal la divisa lleva acumulado un avance de un 5,3%. Mientras que la brecha cambiaria con el dólar mayorista trepó al 110%, considerando que esa cotización llegó a $104,3.
Hoy con una situación más compleja que la de 8 años atrás el BCRA mantiene su posición de no devaluar el peso en el mercado oficial de cambios. Pero luego de la reciente suba en la semana que el dólar paralelo aumento de 209 a 219 pesos reina la incertidumbre.
Diferencias
En ese aspecto hay cinco grandes diferencias para señalar entre aquel periodo y este.1) había un cepo cambiario menos restrictivo que el acual y por lo tanto una brecha cambiaría menor que llegaba al 50% frente al 110 por ciento actual
2) las reservas internacionales líquidas del BCRA llegaban a los 29.000 millones de dólares. Hoy no superan los 1300 millones de dólares.
3) no existía una emisión de pesos tan explosiva del BCRA para financiar la casi totalidad del déficit fiscal.
4) la inflación era del 25 % anual en tanto que ahora es el doble, supera el 50 por ciento anual y los agentes económicos se desprenden más rápidamente de los pesos
5) no había presión del FMI para renovar un acuerdo por unos uss 45.000 millones de dólares que hoy la Argentina no puede pagar. Esta es la diferencia más importante.
Los casi uss 38.900 millones de reservas brutas del Banco Central del último viernes podrían transformarse en reservas netas de alrededor de u$s300 millones la semana próxima cuando el BCRA le pague al FMI vencimientos por unos u$s1.000 millones.
El economista Gabriel Rubinstein, explica a iProfesional,con datos al 21 de enero, hay unos 38.900 millones de reservas brutas o totales pero en realidad al BCRA le quedan dólares líquidos unos 1.300 millones de dólares.
Rubinstein afirma que para llegar a ese valor de ese monto de uss 38.900 millones hay que restar algunos pasivos, como los swaps con el Banco Central de China, por unos uss 20.400 millones; los swaps del Banco de Basilea (BIS) por USD 3.100 millones; un préstamo de Sedesa por USD 1.700, otra operaciones con el Tesoro por uss 300 millones y, por otros 12.100 millones de los encajes bancarios, es decir, el monto que cada banco debe resguardar en forma obligatoria en el BCRA por cada depósito en dólares de sus clientes. En la medida que la situación se complique más el BCRA podría utilizar estos últimos para satisfacer la demanda para pagar importaciones y vencimientos de deuda.
El 6 de enero pasado el BCRA anunció la puesta en marcha de una serie de medidas destinadas a modificar el funcionamiento de los instrumentos de la política monetaria, entre los que se destaca un aumento de 2 puntos porcentuales en la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq), de 38% a 40% anual.
Con el reciente aumento de la tasa de interés de referencia al parecer el BCRA comenzó a preparar el terreno para acelerar las minidevaluaciones o "crawling peg", del peso frente al dólar en el mercado oficial. Una especie de nueva tablita para ajusta el tipo de cambio.
Como anticipó iProfesional la semana pasada esta especie de nueva "tablita cambiaria", que marca el ritmo diario de devaluación del peso frente al dólar, pasó de 3 centavos en la previa electoral a más de 7 centavos y en algunas jornadas de la semana pasada llego a los 10 centavos por día.
Por ese motivo, el valor del dólar oficial en los últimos dias empezó a subir de manera diaria a un ritmo anualizado que ya supera el 35%, cuando venía aumentando a menos del 15% anual en los meses previos a las elecciones.
La intención del BCRA es ofrecer tasas de interés más atractivas a los ahorrista y también para que los exportadores salgan a liquidar los dólares para pasarse a pesos. En la medida que el valor del dólar aumente más rápido se necesita que se paguen rendimientos más altos para las operaciones en pesos.
El problema es que una suba del dólar oficial cercano a la inflación para evitar un retraso del tipo de cambio real multiateral tiene que se acompañado por una suba gradual de la tasa de interes.
Desde la consultora Ledesma explican que: "Hoy las reservas netas del BCRA llegan a unos uss 1.430 millones y de sostenerse la actual venta de dólares del BCRA en el mercado oficial y de concretarse el pago al FMI, cerrarían el primer mes de 2022 en valores prácticamente nulos y si estuviese el BCRA estuviese obligado a intervenir en el mercado, podría recurrir a parte de los encajes de los depósitos, sobre todo los que tienen como contrapartida al sector público.También podría seguir usando el oro como colateral, algo que de hecho ya está haciendo. Pero la situación se volvería cada vez más precaria".
Una inflación a la que le cuesta romper el piso del 50% anual trajo como efecto secundario el reciente aumento de las tasas de interés dispuestas por el BCRA. Este movimiento empezó a encontrar correlación en las últimas ruedas cambiarias en una suba a mayor ritmo para el dólar oficial.
Ritmo devaluatorio
De acuerdo a estimaciones privadas, el Central empezó a flexibilizar el ritmo devaluatorio suave o gradual puesto en práctica desde que se reforzó el "cepo" cambiario a fines de 2019, también llamado "crawling peg". Este recorrido representa además una importante aceleración respecto a lo sucedido en diciembre, cuando el dólar pasó de una suba de 1% mensual a poco más de 2%.
Ahora ya se acerca al 3% mensual de ajuste, acercándose a la inflación mensual aunque todavía por debajo de ella. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de diciembre pasado muestra que el tipo de cambio oficial terminará el año arriba de los $ 160.
El ministro de Economía Martín Guzmán repitió durante 2021 de manera persistente que no iba a haber devaluación tras las elecciones legislativas de noviembre, aunque en el mercado daban por descontado una aceleración significativa del tipo de cambio oficial luego de los comicios. Lo cierto es que el valor del dólar oficial se movió hacia arriba la mayor parte del año pasado a un ritmo de 1% mensual mientras la inflación subía al 3 % mensual.
Pero en diciembre pasado el BCRA modificó su estrategia y empezó a mover a un mayor velocidad el tipo de cambio oficial (crawling peg). Además el presidente del Central, Miguel Ángel Pesce, prometió banqueros y empresarios que la intención era acelerar gradualmente la devaluación diaria del peso,algo que comparte ahora el ministro Martin Guzmán.
En el actual escenario se pueden citar varios factores para explicar la volatlilidad en el mercado cambiario como dar la mega emisión de pesos que se viene registrando desde el último trimestre de 2021, la alta incertidumbre que genera no cerrar un nuevo acuerdo FMI para restructurar el crédito stand by por u$s45.000 millones; la volatilidad de los mercados internacionales por la posibilidad de una nueva suba de la tasa de interés en los Estados Unidos.
En la actualidad es difícil plantear opciones diferentes a una devaluación del peso en el mercado oficial. La solución que podría plantear el BCRA es reforzar más el estricto cepo cambiario. Es probable entonces que en los próximos días si la corrida no se frena las autoridades busquen reforzar aún más el cepo cambiario, pisar las importaciones, y dar alguna sorpresa en el mercado cambiario oficial como dejar de vender el dólar solidario en caso que la demanda no se frene.
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