Las pruebas de banco de las instalaciones del reactor nuclear del submarino teledirigido Poseidon se llevaron a cabo con éxito, confirmando su seguridad y estado de preparación para el funcionamiento, afirmó esta semana a Sputnik una fuente informada del sector de defensa ruso.
Los primeros ensayos en el mar de los drones autónomos están programados para comenzar a finales de este verano, indicó la fuente, y se centrarán en las pruebas operativas de la central nuclear del Poseidon. En las pruebas participará el Belgorod, el submarino ruso de misiles de crucero del Proyecto 949A modificado a medida para operaciones especiales que se hizo famoso en 2015 cuando se filtró por primera vez información sobre un submarino autónomo ruso secreto de propulsión nuclear autónoma en un reportaje de la televisión rusa.
El 22 de junio, el comandante en jefe de la Armada rusa, Nikolái Evmenov, confirmó a Sputnik que el Belgorod, que fue entregado a la Armada en 2022, entrará formalmente en servicio en algún momento de este año.
¿Qué sabemos del Poseidon?
El proyecto Poseidon, cuyo nombre en clave original era Status-6 y en la OTAN Kanyon, se presentó oficialmente por primera vez en 2018, cuando el Ministerio de Defensa de Rusia publicó imágenes del trabajo de desarrollo, además de una presentación modelada de los principios de las operaciones del torpedo autónomo. Esto incluía imágenes del lanzamiento del Poseidon desde su submarino portador y maniobras cerca del fondo del océano hacia objetivos, que pueden comprender un grupo de portaaviones enemigo, o un puerto enemigo.
Desde entonces, se han dado a conocer detalles adicionales, incluida información sobre las dimensiones del Poseidon y su carga armamentística. El torpedo autónomo mide unos 20 metros de largo, 1,8 metros de diámetro y pesa 100 toneladas.
Equipados con un reactor nuclear y operando de forma autónoma con la ayuda de comunicaciones por satélite e inteligencia artificial, los drones Poseidon tienen lo que es esencialmente un alcance ilimitado. Esto les permite viajar a cualquier lugar submarino de la Tierra y permanecer operativos mientras sus recursos técnicos lo permitan. El sistema tiene una velocidad estimada de entre 100 Y 130 km/h. En cuanto al armamento, tiene la capacidad de transportar tanto explosivos convencionales como una cabeza nuclear con una potencia explosiva de hasta dos megatones. Previamente, circulaba la información de que la potencia de su ojiva podría alcanzar los 100 megatones, pero más tarde una fuente informada del complejo militar industrial ruso informó que sería de dos megatones.
¿Qué sabemos de los portadores del Poseidon?
Mientras que el submarino Belgorod se utiliza para desarrollar y realizar pruebas del Poseidon, se está construyendo toda una serie de submarinos especiales conocidos como proyecto 09851 clase Khabarovsk para ser sus portadores.
El Khabarovsk, el submarino líder de la nueva flota, fue botado el año pasado, y se espera que entre en servicio en la Flota del Pacífico en 2024. La construcción del segundo submarino comenzó en 2017 y se espera que para 2025 se introduzca al servicio de la Flota del Norte. Se han encargado otros dos submarinos de la clase Khabarovsk. Se cree que la clase Khabarovsk es una modificación de la clase Borei: submarinos nucleares portadores de misiles balísticos. Aparentemente, contará con el mismo casco básico, pero adaptado para transportar hasta seis drones Poseidon y, posiblemente, entre seis y ocho torpedos de 533 mm para defenderse de los ataques de buques enemigos.
¿Qué dice EEUU sobre Poseidon?
El Pentágono parece reconocer la importancia estratégica del Poseidon, con su Revisión de la Postura Nuclear de 2018, reconociendo que Rusia está "desarrollando" un "nuevo torpedo autónomo submarino intercontinental, con armamento nuclear y de propulsión nuclear". En 2020, el Instituto Naval de EEUU afirmó que las "ramificaciones" del nuevo sistema "no pueden exagerarse", dado que es "inmune a la defensa contra misiles balísticos" y no puede ser detectado hasta que se detona.
También en 2020, el Departamento de Estado expresó su temor de que los drones Poseidon pudieran engullir ciudades costeras estadounidenses en "tsunamis radiactivos", y condenó su desarrollo como una posible violación de "las normas y principios jurídicos internacionales aplicables."
No obstante, conviene destacar el aspecto inicialmente cuestionable del concepto de un tsunami de varios metros provocado por una gran explosión, puesto que ya en los años 1950 y 1960 se confirmó que las olas de las explosiones marinas se dispersan y que este tipo de armas son intrínsecamente ineficaces. Lo mismo ocurrió con la bomba de cobalto —modificación teórica de la bomba nuclear que multiplica la contaminación radiactiva— que también había sido puesta en tela de juicio debido a su eficacia dudosa.
¿Tiene el Poseidon un predecesor?
En realidad, el Poseidon no es el primer torpedo apocalíptico desarrollado por Rusia. En los albores de la era nuclear, a finales de la década de 1940, se encargó a los ingenieros soviéticos la creación de un torpedo con armas nucleares que pudiera ser lanzado hacia las costas estadounidenses en caso de guerra. El proyecto, conocido como el T-15, se desarrolló en los años 1950, poco después de que la URSS probara su primera bomba nuclear, pero antes de que Moscú alcanzara la paridad nuclear con Washington, que para entonces había acumulado un arsenal de casi 300 armas nucleares.
El torpedo del proyecto T-15 medía 23,5 metros de largo, 1,55 metros de ancho, pesaba 40 toneladas y estaba armado con una ojiva termonuclear. Se lanzaría desde un submarino de ataque de la clase Kit del proyecto 627, el primer submarino de propulsión nuclear de la URSS.
El diseño preliminar del torpedo se completó en 1953, y el de su portador se terminó un año después. A diferencia del Poseidon, el T-15 no estaba propulsado por energía nuclear, sino por un motor eléctrico que le daba suficiente potencia para recorrer unos 30 km.
La Armada estudió el proyecto y llegó a la conclusión de que era problemático, dada la necesidad de que el submarino portador se aproximara a menos de 40 km de la zona del objetivo, la velocidad comparativamente baja del sistema (unos 45 km/h) y la necesidad de reducir drásticamente el número de los tubos lanzatorpedos del submarino, lo cual afectaría sus capacidades defensivas. Las futuras revisiones del Proyecto 627 excluyeron finalmente el T-15 de su diseño, y el sumergible pasó a servir con éxito en la Armada soviética como submarino de ataque tradicional hasta 1990.
El académico soviético Andréi Sájarov también acarició una idea similar a la del Poseidon, recordando en sus memorias que a principios de los años sesenta se le había ocurrido el concepto de un torpedo lanzado desde un submarino y propulsado por un reactor nuclear de flujo directo de agua a vapor con potencia suficiente para lanzar al torpedo de 100 megatones como si "saltara" fuera del agua y atacaría objetivos situados a varios cientos de kilómetros de distancia. Finalmente, el físico rechazó el proyecto.
¿Por qué Rusia desarrolló el Poseidon?
Tras el colapso de la Unión Soviética, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN adoptaron una serie de medidas para socavar la seguridad estratégica de Rusia, en primer lugar ampliando la alianza occidental a Europa Oriental, engullendo a todos los antiguos miembros del extinto Pacto de Varsovia, tres antiguas repúblicas soviéticas y cuatro exrepúblicas yugoslavas, a pesar de sus reiteradas promesas de no hacerlo.
En 2002, Washington rompió unilateralmente el Tratado sobre Misiles Antibalísticos, un innovador acuerdo de control de armamento de 1972 que limitaba el desarrollo de defensas avanzadas contra misiles balísticos por parte de las superpotencias nucleares.
Simultáneamente, en la década de 2000, Estados Unidos empezó a emplazar sistemas de defensa antimisiles en Europa, "para protegerse de las potencias renegadas", aseguró Washington, primero en la República Checa y Polonia, y después en Polonia y Rumanía, en este último país con la construcción de instalaciones Aegis Ashore.
Rusia expresó serias preocupaciones sobre estas instalaciones, señalando que utilizan los mismos sistemas de lanzamiento vertical (VLS, por sus siglas en inglés) Mk 41, que se emplean para lanzar misiles de crucero Tomahawk con ojivas nucleares. Si estuvieran equipados con estos últimos, Rusia dispondría de solamente entre dos y cinco minutos de reacción en caso de ataque sorpresa estadounidense.
Pero eso no es todo. También en la década de 2000, los planificadores militares estadounidenses empezaron a desarrollar el concepto de ataque global inmediato, una iniciativa que propone el lanzamiento masivo de cientos o incluso miles de misiles balísticos y de crucero convencionales para neutralizar la disuasión nuclear de un enemigo y decapitar a sus dirigentes.
Estas medidas llevaron a Rusia a reactivar su sistema de control nuclear autónomo Perimetr de la era soviética, más conocido en Occidente como mano muerta, que permite el lanzamiento automático de las armas nucleares rusas si el enemigo ha llevado a cabo con éxito un primer ataque y ha eliminado los centros de decisión rusos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario