Al respecto, un informe de la revista Proceso sugiere incluso que Peña Nieto podría ser acusado de “traición”.
“Cualquier persona puede presentar una queja ante el Congreso por traición a la patria, para que los legisladores determinen si debe iniciarse un proceso de destitución si el presidente ejecutivo cometió este crimen”, declaró el constitucionalista Elisur Arteaga a Proceso.
Peña Nieto argumentó que invitó Trump a México para enfrentarse a él cara a cara sobre sus comentarios racistas hacia los mexicanos y para desafiarlo sobre su propuesta de que México pague por un muro a lo largo de la frontera común. Sin embargo, a la hora de la verdad, Peña Nieto no reprendió a Trump y sólo contribuyó a reforzar su imagen.
En una entrevista en la televisión mexicana la misma tarde de la visita, Peña Nieto insistió en repetidas ocasiones que Trump representa un “riesgo y una amenaza”para México,. argumento que repitió en un evento ante la juventud al día siguiente.
Es precisamente la propia evaluación de Peña Nieto de que Trump “es una amenaza para la nación”, lo que podría verlo enjuiciado por traición.
“Si el presidente está invitando a alguien México que es considerado un enemigo de México, está coqueteando con el delito de traición”, afirma Arteaga.
Edmundo Salas Garza, ex director del Centro estatal de Investigación y Seguridad Nacional, dijo a Proceso que las opiniones de Trump hacia México van más allá de los insultos y que de hecho constituyen una amenaza para el Estado de México.
Arteaga, que enseña derecho constitucional en la Universidad Nacional Autónoma de México, declaró a la revista Proceso que él cree que hay razones para creer que “Peña Nieto y los que participaron en la decisión de invitar a Trump, cometieron un delito de traición”
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