El comportamiento imprudente del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su hospitalización por el coronavirus, causó la preocupación de familia.
Según informó el lunes la revista estadounidense Vanity Fair, citando a fuentes cercanas a Trump, estas preocupaciones fueron supuestamente provocadas por la decisión del presidente de conducir alrededor del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, el 4 de octubre, a pesar de estar infectado por el nuevo bicharraco; una medida ampliamente criticada por políticos, el público y expertos médicos que la calificaron de un truco publicitario irresponsable.Las fuentes dijeron que Donald Trump Junior, el hijo primogénito del presidente, piensa que su padre “está actuando como un loco”, y agregaron que intentó presionar a sus hermanos Eric e Ivanka, así como a su cuñado Jared Kushner, para intentar organizar una intervención ante el comportamiento del presidente, sin embargo, Kushner e Ivanka no parecen estar de acuerdo.
“Don Jr. ha dicho que quiere organizar una intervención, pero Jared e Ivanka siguen diciéndole a Trump lo bien que lo está haciendo”, dijeron las fuentes a Vanity Fair.
Esta inquietud se suma a otras sobre el estado de la claridad mental de Trump, particularmente debido a los posibles efectos secundarios que podrían ser causados por los medicamentos utilizados para tratarlo, en particular el esteroide dexametasona.
El medicamento, que generalmente se usa solo en casos graves para reducir la inflamación y prevenir lesiones pulmonares, trae consigo una serie de efectos secundarios, como cambios de humor extremos de ira o euforia, de acuerdo con los comentarios del Dr. Lewis Kaplan, cirujano de la Universidad de Pensilvania y presidente de la Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos, al diario español ABC.
“Algunos pacientes pueden desarrollar síntomas psiquiátricos después de ser tratados con esteroides, como euforia, inestabilidad del estado de ánimo, rabia o psicosis”, agregó Kaplan.
Los expertos señalaron también que la salida de Trump del hospital rompió las pautas de salud pública que exigen a los pacientes aislarse mientras están en tratamiento y aún excretan el virus. Toda la rumorología y las contradicciones que se plantean en lo que toca a la salud de Trump han generado gran incertidumbre en EE.UU. Muchos dudan de que el magnate inmobiliario haya contraído el virus y lo ven como una estrategia en medio de una dura pugna electoral.
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