Así ha informado este viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, detallando que la construcción de cualquier base militar de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cerca de las fronteras de Rusia merece la “atención especial” de Moscú, según recoge la agencia local de noticias TASS.
Las declaraciones del alto funcionario ruso se han producidas después de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunciara el jueves que Ankara “podría” instalar una base militar en el suelo azerí en el fututo.
En este sentido, Peskov ha alertado que este hipotético “es motivo para que tomemos las medidas necesarias con el objetivo de garantizar nuestra seguridad y nuestros intereses”, ha subrayado.
Asimismo, ha anunciado que actualmente, las autoridades de Rusia mantienen estrechos contactos con Ankara, para estabilizar la situación en el Cáucaso entre Armenia y Azerbaiyán.
Ha agregado, además, que cualquier paso debe contribuir a la estabilización en la zona, al desarrollo de las infraestructuras y la logística, a enderezar la situación en general, y no contener elementos que puedan provocar una escalada de tensiones.
Azerbaiyán y Turquía han suscrito recientemente la “Declaración de Shusha”, que garantiza la cooperación y asistencia necesaria en caso de amenaza o agresión de un tercer Estado o contra la independencia, soberanía e integridad territorial de los dos países.
La ciudad estratégica en Nagorno Karabaj, conocida como Shusha para Azerbaiyán y Shushi para los armenios, era la razón principal en el reciente conflicto entre las dos partes.
El conflicto en torno a Nagorno Karabaj se remonta a la era soviética, cuando Azerbaiyán y Armenia formaban parte de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). No obstante, tras la extinción de la Unión Soviética en 1991, Azerbaiyán y Armenia, dos Estados de nueva cuña, buscaron extender su soberanía sobre Nagorno Karabaj. Por lo tanto, libraron enfrentamientos que terminaron con la ocupación de la región de Nagorno Karabaj por Armenia.
El pasado 27 de septiembre, ambas partes reanudaron sus enfrentamientos en esa región, acusándose mutuamente de haber desatado una nueva espiral bélica y de obstaculizar una solución pacífica al conflicto. Finalmente, el 9 de novimebre de 2020, los dos países alcanzaron un acuerdo de “alto el fuego total”.
Ante todo lo sucedido, Rusia deja claro que se reserva el derecho a dar una respuesta contundente a cualquier violación de su soberanía, ya sea por parte de Turquía o cualquier otro país miembro de la OTAN.
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