Estados Unidos, junto con docenas de otras naciones, entre ellos, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Omán y Baréin, comenzaron el lunes las maniobras militares marítimas bienales denominadas Ejercicio Marítimo Internacional 2022 (IMX) en el mar Rojo. La armada israelí también anunció el martes que participará en el ejercicio naval dirigido por Estados Unidos.
En declaraciones a la agencia yemení de noticias Saba, el ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen, Hesham Sharaf, ha hecho un llamado a la entidad sionista y a sus aliados que eviten intentar cualquier escalada de tensión, provocación o movimientos no calculados a lo largo de la costa yemení.
De lo contrario, ha advertido, “nuestras fuerzas no dudarán en hacer frente a cualquier invasión de las flotas o aviones intrusos en la zona marítima gobernada por Yemen”.
El canciller yemení también ha advertido de la formación de una alianza militar en la región y el peligro de que la zona se convierta en un campo de batalla, bajo pretexto de combatir el terrorismo y piratería o fortalecer la seguridad de la zona.
Sharaf ha advertido sobre la existencia de agendas y objetivos sospechosos para convertir el mar Rojo y el mar de Makran en una escena de conflicto directo e indirecto, destacando la importancia del monitoreo continuo de los movimientos israelíes, apoyados por Washington.
Al respecto, ha enfatizado que las naciones y los países de la región son las primeras víctimas de este tipo de acciones militares, que están siendo convocadas por el régimen de Tel Aviv y Washington.
Conforme el alto diplomático yemení, estos ejercicios navales no son más que una provocativa exhibición de poder naval, con los que Israel pretende amenazar a los países de la Península Arábiga para poder fortalecer el proceso de la normalización de las relaciones.
Los ejercicios militares IMX 2022 se realizan luego de que Yemen lanzara con éxito varios ataques en la profundidad del territorio emiratí.
El último ataque de las fuerzas yemeníes se produjo el pasado domingo, cuando el Ejército yemení apuntó con misiles y aviones no tripulados (drones) objetivos importantes en Abu Dabi y Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos. El ataque coincidió con la visita del presidente israelí, Isaac Herzog, al país árabe.
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