“Es inaceptable para nosotros que, contrariamente a las disposiciones fundamentales del Tratado sobre la no Proliferación Nuclear, las armas nucleares estadounidenses todavía se encuentran en el territorio de varios países europeos. (...) Ya es hora de que las armas nucleares estadounidenses se retiren y la infraestructura asociada en Europa se desmantele por completo”, ha afirmado Lavrov, en un discurso pronunciado en una conferencia del Comité de Desarme y el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Asimismo, el canciller ruso ha reclamado a EE.UU. y a sus aliados occidentales que se sumen a una moratoria del despliegue de misiles de corto y medio alcance en Europa, recordando que, en medio de las circunstancias actuales, hay que hacer todo lo posible para evitar una nueva carrera armamentística.
Conforme a las declaraciones de Lavrov, Rusia como un miembro responsable de la comunidad internacional hace todo lo posible para evitar que Ucrania tenga armas nucleares y las respectivas tecnologías.
Además, ha recordado la disponibilidad de Moscú para trabajar con Estados Unidos en cuestiones de estabilidad estratégica, aunque, ha lamentado, no han llegado a nada concreto.
Las declaraciones del funcionario ruso se producen en la jornada en que la operación militar de Rusia en Ucrania ha entrado en su sexto día.
El pasado 24 de febrero, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el inicio de una operación en territorio de Ucrania, subrayando que a las autoridades rusas no les ha quedado otra opción para proteger al pueblo ruso ante la amenaza constante que emana desde Kiev y sus aliados occidentales.
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