Pasan ya 58 días de la operación militar especial rusa en Ucrania. Las sanciones impuestas por Europa por esta actuación jugaron en contra de sí misma.
La operación militar especial rusa en Ucrania, que cumplió este viernes los 58 días, conllevó una serie de sanciones para Moscú, que no solo daña al sancionado sino también al sancionador. El Kremlin, que afirma que Europa tendrá que pagar el precio de las decisiones adoptadas, reta al Reino Unido y asegura que no ha habido cambios en la cronología para obligar a las compañías extranjeras a pagar en rublos por el gas ruso.Dada la gran dependencia de Europa a los hidrocarburos rusos, la Comisión Europea tampoco descarta pagarle en rublos a Moscú, mientras el Fondo Monetario Internacional alerta que la interrupción repentina del suministro de energía de Rusia representaría el riesgo más preocupante para las economías europeas y conduciría a importantes pérdidas de producción.
Ante el conflicto en Ucrania, que ha deteriorado la situación económica a nivel mundial, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, denunció que Kiev no deja a los soldados ucranianos atrincherados en la planta siderúrgica Azovstal aprovechar la opción de deponer las armas para garantizar sus vidas. La Defensa rusa, a su vez, prometió salvar la vida de quienes depongan las armas.
Varios expertos apuntan el dedo acusador hacia Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte que lidera, por la precaria situación que vive Ucrania.
Conforme a los expertos, la Alianza Atlántica permitió que Ucrania, un Estado no miembro, recibiera millones de dólares en armas y equipos militares, una medida interpretada por Moscú como una amenaza contra su seguridad nacional. Añaden que Estados Unidos y sus aliados en la OTAN llevan a cabo provocaciones deliberadas a las puertas rusas, en un intento por alcanzar su objetivo de debilitar al Gobierno de Putin.
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