La ansiedad por la aparición de tres globos derribados sobre Norteamérica fue generada por el Gobierno estadounidense para distraer la atención de periodistas y del público de la investigación de los actos de sabotaje en el sistema de gasoductos Nord Stream, opinó el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. y de la CIA, Edward Snowden.
El activista que expuso un programa de espionaje ilegal de EE.UU. señaló que quisiera que fueran los alienígenas detrás de los objetos voladores, pero lo desmintió.
"Pero no son extraterrestres, es solo el viejo pánico artificial, una llamativa molestia que asegura que los reporteros sobre la seguridad nacional sean asignados a investigar tonterías de globos en lugar de presupuestos o ataques (al estilo del Nord Stream)", escribió Snowden en su cuenta de Twitter.
El pasado miércoles, el reportero Seymour Hersh reveló en un artículo titulado 'Cómo Estados Unidos eliminó el oleoducto Nord Stream', publicado en su blog personal, que fueron buzos de la Marina estadounidense quienes colocaron los explosivos bajo esta ruta del gas ruso a Europa en junio de 2022.
Según una fuente familiarizada con el asunto, la operación se llevó a cabo bajo la cobertura de los ejercicios Baltops 22 de la OTAN. Tres meses más tarde los dispositivos fueron activados de forma remota para destruir los gasoductos.
La Casa Blanca rechazó toda acusación que pudiera relacionar a EE.UU. con las explosiones, a pesar de que Joe Biden había dicho que veía los gasoductos como un medio que permitiría a Vladímir Putin usar "el gas natural como arma para sus ambiciones políticas y territoriales".
Adrienne Watson, una portavoz de la Casa Blanca, calificó tales suposiciones como "una ficción completamente falsa".
El Ejército estadounidense destruyó tres objetos aéreos distintos, aproximadamente una semana después de derribar un globo aerostático chino que había sobrevolado parte del país durante unos días. Según Washington, se trataba de una aeronave "espía", acusaciones que Pekín refutó citando la naturaleza civil del objeto.
Funcionarios de la Administración Biden han proporcionado detalles limitados sobre los tres objetos derribados recientemente. El viernes, Estados Unidos derribó un objeto a unos 12.200 metros sobre el espacio aéreo de Alaska al considerarlo una "amenaza razonable" para la seguridad de los vuelos civiles.
El sábado, los militares neutralizaron otro objeto cilíndrico no identificado sobre el territorio el territorio de Yukón, en el noreste de Canadá.
Mientras, el domingo, el Ejército estadounidense derribó un objeto que volaba a una altitud de seis kilómetros sobre el lago Hurón, ubicado en la frontera entre EE.UU. y Canadá.
El activista que expuso un programa de espionaje ilegal de EE.UU. señaló que quisiera que fueran los alienígenas detrás de los objetos voladores, pero lo desmintió.
"Pero no son extraterrestres, es solo el viejo pánico artificial, una llamativa molestia que asegura que los reporteros sobre la seguridad nacional sean asignados a investigar tonterías de globos en lugar de presupuestos o ataques (al estilo del Nord Stream)", escribió Snowden en su cuenta de Twitter.
El pasado miércoles, el reportero Seymour Hersh reveló en un artículo titulado 'Cómo Estados Unidos eliminó el oleoducto Nord Stream', publicado en su blog personal, que fueron buzos de la Marina estadounidense quienes colocaron los explosivos bajo esta ruta del gas ruso a Europa en junio de 2022.
Según una fuente familiarizada con el asunto, la operación se llevó a cabo bajo la cobertura de los ejercicios Baltops 22 de la OTAN. Tres meses más tarde los dispositivos fueron activados de forma remota para destruir los gasoductos.
La Casa Blanca rechazó toda acusación que pudiera relacionar a EE.UU. con las explosiones, a pesar de que Joe Biden había dicho que veía los gasoductos como un medio que permitiría a Vladímir Putin usar "el gas natural como arma para sus ambiciones políticas y territoriales".
Adrienne Watson, una portavoz de la Casa Blanca, calificó tales suposiciones como "una ficción completamente falsa".
El Ejército estadounidense destruyó tres objetos aéreos distintos, aproximadamente una semana después de derribar un globo aerostático chino que había sobrevolado parte del país durante unos días. Según Washington, se trataba de una aeronave "espía", acusaciones que Pekín refutó citando la naturaleza civil del objeto.
Funcionarios de la Administración Biden han proporcionado detalles limitados sobre los tres objetos derribados recientemente. El viernes, Estados Unidos derribó un objeto a unos 12.200 metros sobre el espacio aéreo de Alaska al considerarlo una "amenaza razonable" para la seguridad de los vuelos civiles.
El sábado, los militares neutralizaron otro objeto cilíndrico no identificado sobre el territorio el territorio de Yukón, en el noreste de Canadá.
Mientras, el domingo, el Ejército estadounidense derribó un objeto que volaba a una altitud de seis kilómetros sobre el lago Hurón, ubicado en la frontera entre EE.UU. y Canadá.
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