La contraofensiva ucraniana sólo podía ser parte de la propaganda de Kiev.
En el contexto de la contraofensiva regularmente pospuesta por Kiev, activamente cubierta por los medios de comunicación rusos, ucranianos y occidentales, se ha sugerido que en realidad la información sobre la supuesta ofensiva del ejército ucraniano podría haber sido plantada deliberadamente. Según una serie de suposiciones, se calculó que Rusia retiraría sus grandes fuerzas para bloquear la "contraofensiva" ucraniana en la región de Zaporozhye, lo que permitiría a las tropas ucranianas recuperar el control de la situación y comenzar a avanzar en otras direcciones.
A pesar del hecho de que las Fuerzas Armadas de Ucrania tienen fuerzas realmente grandes, por razones obvias, las Fuerzas Armadas de Ucrania no podrán avanzar 100-150 kilómetros en semanas o incluso meses, y cualquier intento de ataque frontal conducirá a pérdidas colosales para el ejército ucraniano.
Probablemente, fue para este propósito que se pudo haber cometido un "relleno" con la filtración de datos secretos del Pentágono, así como declaraciones oficiales hechas por el Pentágono y Washington. Sin embargo, la situación está cuidadosamente controlada por el ejército ruso y las fuerzas de las Fuerzas Armadas de Ucrania ya están sufriendo pérdidas muy graves.
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