Las fuerzas surcoreanas y estadounidenses realizan a partir de este lunes sus ejercicios militares anuales conjuntos que durarán cinco días, en medio de las duras críticas de Pyongyang que considera estas prácticas de “ensayo de guerra”.
Sin embargo, en esta edición de las maniobras anuales, no se desplegarán activos militares desde el territorio continental de Estados Unidos, según ha informado un militar de alto rango a la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
El alto mando castrense, que ha hablado bajo condición de anonimato, ha dicho que ambas aliadas quieren poner en marcha ese tipo de ejercicios de forma “reducida” y supuestamente “discreta” desde que las maniobras llamadas Vigilant Ace fueron canceladas a fin de apoyar la reanudación de las conversaciones entre las dos Coreas.
“No podemos comentar los ejercicios dado que esa información no está disponible para los medios de comunicación”, ha precisado la fuente y añadido que los ejercicios se están realizando de manera “contenida”.
Corea del Sur y Estados Unidos desarrollan sus maniobras militares, anunciadas como prácticas de rutina, pero que pueden incendiar la península, dado el rechazo de Pyongyang a tales ejercicios.
En este sentido, las autoridades norcoreanas exigen el fin de las maniobras militares conjuntas Seúl-Washington y alertan que esos juegos de guerra suponen el preludio a una invasión de su territorio. Además, Pyongyang deja claro que se reserva el derecho a responder en caso de cualquier violación a su soberanía.
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