“Los proyectos serán para los próximos 20 a 25 años, porque los aeropuertos existentes satisfarán las necesidades de la industria durante los próximos 15 años, pero a largo plazo necesitamos una serie de aeropuertos internacionales de clase mundial”, dijo el martes el director general de la Compañía de Aeropuertos de Irán (IAC, por sus siglas en inglés), Siavash Amirmokri.
Destacó el aumento de las cooperaciones de Irán con Rusia y China en muchas áreas, y dijo que la compañía que dirige dará a conocer más detalles sobre los contratos después de que se completen las discusiones técnicas y especializadas.
“Dadas nuestras interacciones con China y Rusia, el plan incluye la construcción de nuevos aeropuertos de acuerdo con las necesidades del país en algunas regiones”, dijo el jefe de la IAC, la empresa controladora y operativa de los aeropuertos civiles y la gestión de la navegación aérea en Irán.
Gracias a los esfuerzos de los expertos en las empresas basadas en el conocimiento iraníes, agregó, la República Islámica ha logrado la autosuficiencia en la producción de buena parte de los equipos necesarios para su industria de navegación, pero requiere de la cooperación de países como Rusia y China para modernizar sus aeropuertos.
Dijo que la IAC firmó recientemente unos contratos con varias empresas iraníes para la compra de radares avanzados, sistemas de ayuda a la navegación aérea y sistema de iluminación de pista para modernizar el aeropuerto de Ardabil, capital de la provincia homónima, situada en el noroeste del país persa.
Irán tiene 53 aeropuertos y los viajes aéreos nacionales están aumentando a pesar de que las sanciones unilaterales reimpuestas por Estados Unidos al país persa —tras la retirada de Washington del acuerdo nuclear en 2018— han dificultado a las aerolíneas iraníes renovar su flota.
Tras la firma del acuerdo nuclear en 2015 y el alivio de los embargos a Irán, la aerolínea nacional iraní “Iran Air” firmó acuerdos para comprar 200 aviones pasajeros de Airbus, Boeing y ATR. Sin embargo, los contratos se suspendieron en 2018 después de que el Tesoro de EE.UU. prohibiera a los fabricantes de aviones de suministrar los aviones a Irán.
Los acuerdos firmados con las tres aerolíneas mencionadas dependían de la licencia estadounidense debido al uso de piezas estadounidenses en los aviones, razón por la cual fueron suspendidos y como consecuencia Irán logró comprar solo tres aeronaves de Airbus y 13 de ATR.
Aunque Washington insiste en que las sanciones no van dirigidas a los civiles, pero la prohibición de la venta de nuevos aviones, piezas de repuesto y combustible a aeronaves iraníes son solo tres ejemplos, entre muchos más, de cómo el país norteamericano pone en peligro la vida de las personas a través de sus medidas coercitivas unilaterales.
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