“Las cosas llegaron al punto en que esos bastardos comenzaron a tomar como rehenes a nuestra gente allí, primero a todos los camioneros que estaban allí en ese momento. Dijimos a los ucranianos que tendríamos que realizar una operación para liberar a nuestro pueblo, y eso es lo que hicimos”, ha dicho este jueves Lukashenko, citado por la agencia local de noticias Belta.
El mandatario bielorruso no ha ofrecido más detalles, aunque ha informado de haber instruido al Comité de Seguridad del Estado para que entregara premios a todos los que participan en la operación en Ucrania.
Ha descrito el operativo como “perfecto” y agregado que si más bielorrusos permanecen como rehenes en Ucrania, Minsk responderá de manera diferente.
Bielorrusia es el aliado más cercano de Rusia en la zona y Lukashenko está constantemente en contacto con su par ruso, Vladímir Putin, en medio de la operación militar que lanza Rusia en Ucrania desde el 24 de febrero.
Es más, Moscú ha advertido que un ataque a Bielorrusia equivaldría a un ataque a Rusia, pues ambos países son miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). “Existe un apoyo mutuo absoluto para Rusia y Bielorrusia, esta es una cuestión absoluta”, ha señalado esta semana el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
De hecho, el apoyo de Minsk a Moscú es irrefutable, toda vez que Bielorrusia y Rusia también se han constituido como el Estado de la Unión —una entidad supranacional entre ambos países—.
Esto mientras, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha manifestado su preocupación por una eventual unión de las tropas bielorrusas a las fuerzas rusas en Ucrania.
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