Según explica Lahoud, la posibilidad de acordar intercambios en monedas propias contribuirá un "cambio relevante en la configuración geofinanciera" del comercio de América Latina, pues el rechazo al dólar como medio de pago en ciertos sectores del comercio contribuirá a "diversificar nuestro margen de maniobra y erosionar la dependencia financiera de EEUU".
El interlocutor de Sputnik señala que la implementación de dicha medida debe estar acompañada de otras complementarias "que consoliden una macroeconomía sólida, con superávit fiscal y con perspectivas de crecimiento". Lahoud recuerda que los países de América Latina "están muy presionados por EEUU", por lo que los intereses de los inversores estadounidenses y europeos también tienen un gran impacto en la economía de la zona.
Mientras, la autonomía financiera, monetaria y comercial de Argentina también está "severamente restringida" por su acuerdo de refinanciación con el Fondo Monetario Internacional.
El fuerte endeudamiento externo es otro "condicionante para el rápido avance de propuestas que pivoteen en torno al comercio de bienes y servicios en otras monedas", señala el experto.
No obstante, en la perspectiva de mediano plazo, Latinoamérica debería "considerar la incorporación de medidas financieras y comerciales que le permitan un mayor margen de maniobra", aunque necesitará "un marco más sólido de sus macroeconomías" y una planificación consciente "que incorpore la consolidación de vínculos comerciales y financieros con Rusia, China, la India" y otros países que busquen comerciar en monedas nacionales.
"Es un camino a encarar en el mediano y largo plazo, para lo cual debemos trabajar para disminuir nuestras vulnerabilidades macroeconómicas", concluye el economista.
Numerosos países condenaron la operación militar especial que Rusia lanzó el pasado 24 de febrero para "desmilitarizar" y "desnazificar" Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligir a la economía rusa el mayor daño posible.
Por vez primera, las sanciones incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT, la inmovilización de las reservas internacionales de su Banco Central y, en el caso de países como EEUU, Canadá, el Reino Unido y Australia, el embargo sobre la importación de petróleo ruso.
Según la base de datos Castellum.AI, Rusia es ahora el país más castigado por las sanciones, por delante de Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela. Desde mediados de febrero se activaron más de 5.300 nuevas medidas restrictivas en relación con Rusia, en adición a las más de 2.750 que ya estaban en vigor.
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