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jueves, 29 de septiembre de 2022

"Washington anima a fuerzas separatistas a dividir a Rusia"

 

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, envió un fuerte mensaje en favor de la defensa de la soberanía de Rusia ante la respuesta que tuvo el anuncio de referendos en las Repúblicas Populares del Donestk y Lugansk, y las regiones de Zaporiyia y Jersón, para adherirse a la Federación de Rusia.

"La soberanía es una garantía de libertad para todos y, en nuestra tradición, uno no puede sentirse verdaderamente libre si no lo es también su pueblo, su patria, Rusia", declaró Putin este 21 de septiembre durante un concierto para celebrar el aniversario 1160 del nacimiento del Estado ruso.
Casi de inmediato el mensaje fue tomado por medios occidentales como una amenaza del mandatario ruso, a quien incluso acusaron de haber amedrentado a la comunidad internacional con el uso de armas nucleares.

"Es consecuente con las acciones que ha tomado Washington con lo que ha pasado en las últimas tres o cuatro semanas", opina en entrevista para Sputnik Christian Nader, historiador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México (ENAH).

Para el analista geopolítico, desde hace al menos cuatro semanas la propaganda contra Rusia se ha incrementado para hacer creer a la comunidad internacional que Occidente gana en el conflicto y presionar de esta forma a Valdímir Putin para poner fin a la operación militar especial que inició en 2014.

Ejemplo de ello, son las operaciones militares "exitosas" en Ucrania promovidas a nivel internacional en medios como BBC y la agencia alemana Deutsche Welle, luego de la contraofensiva ucraniana en Járkov.

Para Nader, esta propaganda, además, tiene por objetivo promover la separación de la Federación de Rusia, como ya ocurrió en décadas atrás con la URSS.

Se intensificó la guerra cultural, desde hace unas semanas, meses ya Washington está lanzando esta retórica de que hay que descolonizar Rusia y le apuntan a un plan muy similar al de la década de los 90 y los 2000 que buscaba fraccionar la Federación de Rusia en repúblicas autónomas, ya sea en el Cáucaso o en el extremo oriente ruso, recordemos la guerra de Chechenia", comenta el historiador mexicano.

Parte de esta narrativa, promovida desde Washington, busca "provocar constantemente a Rusia", con una estrategia basada en apuntar "territorios de la Federación de Rusia que en el pasado buscaron ser secesionistas".

Para muestra está la plática que ofreció la Comisión de Helsinki sobre la "urgencia" de decolonizar a Rusia y piezas periodísticas como la que escribió Casey Michel para The Atlantic en mayo pasado titulada abiertamente Decolonizar Rusia.

"Obviamente Washington presume una Rusia que no existe, lo que hace Washington es provocar ánimos independentistas a pesar de que la población de las grandes minorías en suelo ruso y en las repúblicas autónomas hay una identidad muy bien definida como rusa", señala el especialista.
En este sentido, Christian Nader comenta que el Kremlin "no puede estar esperando que haya una respuesta positiva por parte de Kiev", cuyo presidente, Volodimir Zelenski, ha reiterado su llamado a la comunidad internacional para armar Ucrania, y cuya administración no ha respetado en ninguno momento los acuerdos firmados para pacificar la zona del Donbás.

"[Un acuerdo pacífico] pudo haber ocurrido en los últimos ocho años, para eso fueron los acuerdos de Minsk, se revisaron, pero Occidente lo que está haciendo es una pantomima y lo que siempre buscaron era pisotear todos los acuerdos", acusa Nader.

Por ello, el historiador considera que el mundo está regresando "a un escenario muy parecido en 2014 en donde estos referendos, estos plebiscitos, tienen que ser reforzados con presencia militar porque precisamente lo que va a hacer Kiev con sus militares y sus mercenarios será dañar a la población que se quiere manifestar para adherirse a Rusia".

"El ejército ucraniano ya no existe, las únicas fuerzas que pueden satisfacer los intereses de Washington en suelo ucraniano es justamente los paramilitares mercenarios", advierte Nader.

Sin embargo, la presión de Washington para dividir Rusia puede ser contraproducente toda vez que en Europa existen diferentes movimientos separatistas con capacidad de llamar a plebiscitos, que, a diferencia de lo ocurrido en Crimea en 2014 y actualmente en Donetsk y Lugantsk, sí son reconocidos como legítimos.

Algunos ejemplos son el propio Reino Unido, quien enfrentará un referendo el próximo año donde se votará la permanencia de Escocia, mientras que las autoridades de Córcega mantienen conversaciones con el gobierno francés para cambiar su estatus político.

Europa siempre ha sido un polvorín en ese sentido, los estados nacionales no están muy bien afianzados a pesar de que se diga lo contrario en la academia y en los medios, y podría resultar justamente en levantamientos independentistas", comenta el investigador.

Christian Nader advierte que la guerra ideológica y subvencionada contra Rusia seguirá, toda vez que los países de la Unión Europea "ya no operan como satélites, sino como súbditos de Washington", incluso a costa de padecer un invierno duro sin gas ruso.
"Van a seguir con esta rusofobia cultural y van a seguir armando a lo poco que queda de los mercenarios en Ucrania", pronostica Nader.

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