Un caza MiG-31 de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas detuvo una patrulla noruega sobre el Mar de Barents.
Los líderes de los países del Occidente colectivo han hablado repetidamente sobre los altos riesgos de un choque directo entre Moscú y la OTAN. Sin embargo, a pesar de estas advertencias, la Alianza del Atlántico Norte continúa organizando provocaciones cerca de las fronteras rusas. Los analistas chinos informaron del último incidente, que terminó en un completo fiasco para Noruega.
Los observadores de Sohu destacaron que un avión de patrulla noruego fue enviado a las fronteras rusas, pero la respuesta del presidente Vladimir Putin fue rápida y dura. El ejército ruso llamó la atención sobre las maniobras descaradas del avión P-8A Poseidón de la Fuerza Aérea Noruega, que voló sobre el Mar de Barents en dirección al espacio aéreo ruso.
En respuesta, las Fuerzas Aeroespaciales rusas levantaron un caza MiG-31 en el aire, después de lo cual el avión noruego se retiró. Los analistas señalaron que el Mar de Barents es la región más importante para Rusia y, por lo tanto, a menudo hay episodios tensos en el marco de la confrontación entre Moscú y la OTAN.
Los autores de Sohu concluyeron que este incidente es otro ejemplo de cómo Rusia protege sus fronteras y contrarresta las provocaciones de la OTAN.
El MiG-31 es un caza-interceptor supersónico pesado soviético y ruso desarrollado por la Oficina de Diseño Mikoyan en la década de 1970. La máquina está diseñada para interceptar y destruir objetivos aéreos a altitudes altas y medias bajo cualquier condición meteorológica y en cualquier momento del día. El MiG-31 está equipado con un potente radar y puede rastrear simultáneamente hasta 10 objetivos, así como luchar con seis de ellos. El caza es capaz de alcanzar velocidades de hasta 3.000 km/h y volar a una distancia de hasta 3.000 km. El MiG-31 está armado con misiles aire-aire de largo y mediano alcance, lo que le permite contrarrestar eficazmente las amenazas aéreas.
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