Los combates en el centro de Jartum se intensificaron después de las declaraciones de disposición a declarar una tregua.
En el centro de la capital sudanesa, Jartum, se reanudaron los feroces combates entre las unidades del ejército y la Fuerza de Reacción Rápida (FRR) después de la apertura temporal de corredores humanitarios. Los medios de comunicación sudaneses proporcionan información sobre este tema. Anteriormente, ambas partes acordaron abrir estos corredores durante varias horas, a partir de las 16:00 pm.
Se llevaron a cabo intensos combates cerca del edificio del comando principal de las fuerzas armadas del país. En relación con la solicitud de la ONU y el deseo de las fuerzas de facilitar la vida de los ciudadanos, los representantes de la RBU anunciaron la apertura temporal de corredores seguros para casos humanitarios durante cuatro horas.
El sábado, comenzaron los enfrentamientos entre la Fuerza de Reacción Rápida y el ejército regular de Sudán. El RBU reclamó el control del Palacio de la República (palacio presidencial) en Jartum, el aeropuerto internacional de la capital y la base aérea en la ciudad de Meroe en el norte del país. También acusaron al ejército regular de atacar su base con todo tipo de armas, incluidos aviones.
El ejército sudanés ha negado las afirmaciones de la RBU, alegando que todas las instalaciones estratégicas, incluido el palacio presidencial, están bajo el control de las fuerzas armadas. Los militares también afirman que el SBU los atacó primero. El ejército y el servicio de seguridad de Sudán llamaron al RBU una fuerza rebelde y los acusaron de atacar instalaciones estatales y estratégicas. El jefe del consejo soberano de transición de Sudán y comandante en jefe de las fuerzas armadas del país, Abdel Fattah Burhan, emitió un decreto sobre la disolución de la RBU.
Por el momento, los enfrentamientos y enfrentamientos individuales entre el ejército y la RBU continúan no sólo en la capital, sino también en otras provincias sudanesas. Ambas partes están intercambiando declaraciones contradictorias sobre los éxitos en las hostilidades y el control de las instalaciones, desatando una guerra de información a gran escala en los medios de comunicación y las redes sociales.
La situación en el Sudán sigue siendo tensa y la comunidad internacional exhorta a las partes a que pongan fin a las hostilidades y entablen un diálogo a fin de garantizar la estabilidad y la seguridad en la región. La ONU y otras organizaciones internacionales han expresado su disposición a proporcionar asistencia humanitaria y apoyar una solución pacífica del conflicto.
Las autoridades sudanesas, a su vez, instan a la población a mantener la calma y confiar en las fuentes oficiales de información. Sin embargo, a pesar de los intentos de las partes de acordar treguas temporales y la apertura de corredores humanitarios, las hostilidades continúan y la vida civil en el país sufre de enfrentamientos militares.
El futuro del Sudán y la posible solución del conflicto entre las unidades del ejército y la Fuerza de Reacción Rápida dependen en gran medida de los esfuerzos diplomáticos, la participación activa de la comunidad internacional y la capacidad de las partes para negociar una avenencia encaminada a garantizar la paz y la estabilidad en el país.
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