Buscar en este blog

domingo, 18 de agosto de 2013

Rusia y China: los grandes adversarios de EE.UU. en el siglo XXI


Naturalmente, las potencias hegemónicas mundiales se enojan cuando otros países se les oponen, que claramente es lo que Rusia viene haciendo a lo largo de la última década. En la ONU, donde Rusia venía siendo más flexible ante los intereses norteamericanos, luego del monstruoso asesinato promovido por EE.UU. del líder libio Muammar Gaddafi transmitido casi en vivo por la televisión mundial y la violación de Libia en 2011, pareciera que a Moscú se la ha acabado la paciencia. Claramente, el asesinato de líderes mundiales al son de las carcajadas vulgares de Hilary Clinton por la cadena CBS News no es del agrado del liderazgo ruso.

Es así que puede percibirse un claro endurecimiento de la política exterior rusa hacia Occidente, especialmente en los casos de Irán y, más significativamente, de Siria, tradicional aliado ruso.

EE.UU., Gran Bretaña e Israel empiezan a entender que por más que sigan financiando a los peores elementos terroristas, asesinos y traficantes, incluyendo a Al Qaeda –a los que llaman eufemísticamente 'luchadores por la libertad'– contra el Gobierno legítimo sirio de Bashar al Assad, a Rusia no la podrán hacer mover de su lugar.

El mensaje del Putin es más que claro: Occidente no se saldrá con las suyas en Siria. Fin de la discusión.

Muchos lectores seguramente se estarán preguntando: "¿Y qué hay de China?", "¿No es que China es el principal blanco del Pentágono para los años por venir dado que sigue creciendo y creciendo, y su economía pronto superará a la de EE.UU.?"

Sí, pero esto es básicamente en el plano económico; y sí, China posee casi 2 billones (¡con doce ceros!) de dólares en Bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo que le da el potencial de desatar un verdadero caos financiero contra EE.UU. si llegara a decidir vender esos bonos a corto plazo en los principales mercados financieros globales.

Si quisiera, China podría rápidamente colapsar al dólar como si fuera las torres gemelas del World Trade Center en 2001…

Pero EE.UU. sabe que China no hará eso; no por ahora al menos, ya que China tendría mucho más para perder que ganar con un colapso financiero semejante. China sabe que ocasionar la devaluación masiva de bonos estadounidenses le saldría como un tiro por la culata explotándole en sus propias manos.

En verdad, China no ha tenido ni tiene apetencias hegemónicas mundiales. China parece estar muy complacida con ser –y seguir siendo– la superpotencia indiscutida en Asia. En esto se diferencia de manera tajante con EE.UU./Reino Unido/Israel, que juntos pretenden manejar a todo el mundo en los planos político, territorial, financiero, incluso imponiendo sus leyes y tribunales.

China mantiene relativamente pocos conflictos internacionales: el Tíbet, Taiwán, un par de islotes disputados a Japón, pero eso es básicamente todo. Su lucha está en los planos de la economía y los recursos estratégicos.

Ahora, comparémoslo con los conflictos permanentes y sistemáticos que EE.UU. y sus aliados crean en Oriente Medio, África, Latinoamérica, Europa central…

No es necesaria ninguna contención sobre China; pues China se contiene a sí misma. EE.UU. y sus aliados, sin embargo, deben ser contenidos y, viendo cómo se van comportando en todo el mundo, pronto será necesario que el mundo los detenga cueste lo que cueste.

Rusia podrá tener menor fuerza económica que EE.UU., pero sin embargo el Kremlin tiene claros objetivos geopolíticos de largo plazo que fueron diseñados y planificados de manera inteligente desde la época de los zares, luego bajo los bolcheviques, y hoy bajo su actual liderazgo consistente, maduro y sagaz.

En verdad, Rusia no solo tiene objetivos globales, sino que también entiende el mundo y sus complejidades multiculturales, y lo hace mucho mejor que EE.UU. En este rubro, la única competencia que tiene Rusia es Gran Bretaña… y China.

¿Está EE.UU. revirtiendo a su anacrónico discurso de Rusia como 'imperio del mal', como 'antidemocrática' que 'apoya a los malos'?

La verdad es que hoy Rusia cumple la magnífica tarea de ayudar a desenmascarar la decadencia social y política norteamericana, su debilidad financiera y sus pretensiones imperiales patológicas.

Detrás de la máscara norteamericana hallamos a un gigante con pies de barro, por lo que cuando Rusia se planta delante de EE.UU. mostrando su fuerza, personalidad y autoestima, el mundo entero observa y aplaude.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario