"El deseo de los Estados miembros de la OTAN de utilizar el territorio de un país vecino para establecer un punto de apoyo en la lucha contra Rusia también es obvio", añadió.
El desencadenante de la operación
El diplomático argumentó que fue la supuesta limpieza étnica de Ucrania, junto con su intento de unirse a la Organización del Atlántico Norte, lo que alimentó la confrontación.
Las raíces del conflicto se remontan al año 2014, cuando debido a los disturbios de índole ultranacionalista (el así llamado Euromaidán) en Ucrania fue derrocado el Gobierno que tenía estrechos vínculos con Moscú. Como resultado, al poder llegaron los dirigentes pro-occidentales con miras a la OTAN y la Unión Europea (UE).
Para Rusia, el Euromaidán fue un "sangriento golpe de Estado instigado por Occidente" en el que las ideas ultranacionalistas se apoderaron de Kiev, precisó el embajador ruso. Agregó que las políticas consideradas por Moscú como hostiles, que incluían la supresión del ruso como lengua nacional y la rehabilitación de figuras ucranianas nacionalistas como Stepán Bandera que colaboró con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, habían "echado raíces en Ucrania bajo administración externa".
La disputa entre Rusia y EEUU
Las acciones de Occidente durante la operación especial rusa en Ucrania son peligrosas y provocadoras porque van dirigidas contra los rusos, incluso "podrían llevar a EEUU y Rusia a un enfrentamiento militar directo", aseguró el diplomático.
Además, Antónov señaló que es necesario que Estados Unidos y sus aliados insten a Ucrania a cumplir con el derecho humanitario internacional.
"Nunca toleraremos la matanza de civiles, ni la matanza y tortura de soldados rusos capturados", reiteró el embajador.
Suministro de armas a Ucrania
Los Estados miembros de la OTAN empezaron a militarizar a Ucrania. "Estaba repleta de armamento occidental cuando el presidente [ucraniano] Volodímir Zelenski anunció los planes de Kiev para adquirir armas nucleares", explicó Antónov.
El embajador llamó a los países de Occidente a dejar de entregar armas a las autoridades de Kiev, contribuyendo a empeorar el conflicto.
"Es fundamental que los países de Occidente dejen de echar leña al fuego, inflando al régimen de Kiev con armas", expuso el jefe de la Misión diplomática.
"Los países occidentales están directamente involucrados en los acontecimientos actuales, ya que siguen suministrando armas y municiones a Ucrania, causando así un mayor derramamiento de sangre", señaló el embajador ruso al medio estadounidense Newsweek.
"Cualquier entrega de armas y equipos militares procedentes de Occidente realizada por convoyes de transporte a través del territorio ucraniano es un objetivo militar legítimo para nuestras Fuerzas Armadas", enfatizó Antónov.
Donbás
El embajador ruso en EEUU expuso que su país no tenía otra opción que reconocer la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL).
De acuerdo con el capítulo VII, artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, con la autorización del Consejo de la Federación de Rusia y en ejecución de los Tratados de Amistad, Alianza y Asistencia Mutua con la RPD y la RPL, el presidente ruso, Vladímir Putin, tomó la decisión de iniciar una operación militar especial, detalló.
Una operación contra el genocidio
El diplomático ruso reiteró que los objetivos de la operación especial en Ucrania son la desmilitarización y la desnacionalización para reducir las amenazas militares de los países occidentales que intentan utilizar al pueblo ucraniano para luchar contra Rusia.
Se pretende "poner fin al genocidio perpetrado por el régimen de Kiev y garantizar un estatus neutral y libre de armas nucleares de Ucrania", destacó el jefe de la Misión diplomática.
Según el embajador, la "muerte" de los acuerdos de Minsk fue el resultado de la "locura ultranacionalista y los sentimientos revanchistas del régimen de Kiev", que eligió el camino de una rápida militarización.
Rusia toma todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los civiles, aseveró Anatoli Antónov a tiempo de aclarar que los ataques se realizan solo a las infraestructuras militares.
"Hacemos todo lo posible para mantener el funcionamiento normal de las instalaciones de infraestructuras importantes, para garantizar el orden público y la seguridad de las personas. Los ataques se realizan solo sobre objetivos militares y exclusivamente con armas de alta precisión", puntualizó a Newsweek.
Además, el diplomático ruso aclaró que mientras Occidente "demoniza" a Rusia, las políticas de Moscú se basan en el derecho de todos los pueblos que viven en el territorio ucraniano a elegir su propio futuro.
"Juntos debemos liberarnos cuanto antes de los ultranacionalistas que tomaron el poder en Kiev, pasar esta trágica página y avanzar en la construcción de unas relaciones mutuamente respetuosas e igualitarias", añadió.
Laboratorios biológicos
El embajador ruso recordó que el Pentágono participó en actividades de investigación biológica potencialmente ilícitas en territorio ucraniano, fruto de un acuerdo de 2005 que sienta las bases para la bioinvestigación conjunta.
"¿Qué tiene que ver el Pentágono con las cuestiones sanitarias? ¿Por qué se montan laboratorios biológicos a lo largo de las fronteras rusas, a miles de kilómetros del territorio estadounidense?", cuestionó.
Negociaciones con Ucrania
Según el diplomático, la posición rusa sobre la solución del conflicto ha sido claramente definida e incluye los siguientes puntos:
Una consideración incondicional de los intereses de seguridad de Rusia.
La desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
Su estatus neutral y no nuclear.
El reconocimiento de la soberanía rusa sobre Crimea y la independencia de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Además, Moscú había planeado poner fin al conflicto en una fecha más temprana.
"Rusia está haciendo todo lo posible para negociar un camino hacia la pronta finalización de la confrontación, el restablecimiento de la paz en Donbás y el retorno de todos los pueblos de Ucrania a la vida pacífica", concluyó el embajador ruso.
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