El presidente ruso durante su intervención en el foro Valdái. Fuente: RIA Novosti.
Nikolái Zlobin, presidente del Centro de Intereses Globales estadounidense (RIA Novosti)
La tesis principal del discurso de Putin es que Rusia nunca se convertirá en un país totalitario. Este el mensaje principal que el mundo quería escuchar, porque es lo que interesa a la opinión de la sociedad mundial. En general, yo esperaba un tono, una valoración de Estados Unidos y de la situación bastante menos pacíficos. Creo que Putin ha apostado por la búsqueda de un serio compromiso. Sus respuestas acerca de Ucrania fueron en esta línea.
En mi opinión, en las críticas del discurso por parte de Washington no se intenta encontrar ningún punto positivo. El único aspecto positivo es que no hubo ninguna valoración demasiado severa.
El Foro de Discusión Valdái se celebra desde el año 2004. La denominación se debe a un lago del mismo nombre, situado cerca de la ciudad de Veliki Nóvgorod, donde tuvo lugar el primer encuentro. El objetivo de la reunión es promover el diálogo entre las élites rusas en internacionales y analizar la situación económica, política y social de Rusia y el mundo. Participan más de 800 personas de más de 50 países. Este año el encuentro ha tenido lugar en Sochi.
Entre los aspectos que se criticarán a Putin, yo enumeraría la ausencia en su discurso de crítica hacia las acciones de Rusia. Cuando algo no va bien, hay que intentar comprender dónde te has equivocado tú mismo. Rusia tiene su parte de responsabilidad en el empeoramiento de la situación internacional. Y esto no se debe solamente a la crisis en Ucrania, se trata de algo que viene de lejos. Ha habido muchas situaciones en las que Rusia habría podido actuar de manera más inteligente.
Alexéi Fenenko, investigador principal del Instituto de Problemas de Seguridad Internacional de la Academia Rusa de Ciencias (RIA Novosti)
El discurso pronunciado por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, durante el Club de Discusión Valdái, es la continuación del famoso discurso de Múnich y del llamamiento a cambiar el statu quo en las relaciones internacionales.
En su intervención del viernes en Sochi, Putin señala que la guerra fría terminó, pero todavía no ha terminado la configuración del mundo. El presidente subraya que el sistema de las relaciones mundiales necesita una reforma pero, Estados Unidos, que se declara vencedor del proceso de la guerra fría, “no ha visto esta necesidad por arrogancia”, y da la sensación de que ha decidido construir el mundo a su manera, según sus intereses. Pero no ha logrado mantener el mundo unipolar y ahora intenta recrear una especie de “sistema aparentemente bipolar”, según declara Putin. El líder ruso señala que es necesario definir claramente los límites de las acciones unilaterales, resolver el dilema existente entre los intereses de la seguridad y los derechos humanos y el principio de la soberanía.
La idea principal del discurso del presidente era la siguiente: Rusia no acepta la apuesta estadounidense por la construcción de un nuevo orden mundial. Hasta ahora, la base de las relaciones internacionales, como durante los años de la guerra fría, es la paridad nuclear de Estados Unidos y el aislamiento de su potencial respecto a los de todos los demás. Yo diría que estamos viviendo no en un nuevo orden mundial, sino en el mundo de las conferencias de Yalta y Postdam modernizado.
Si eliminamos la retórica antiestadounidense del discurso de Putin, queda un mensaje visible: estamos entrando en una época en la que pueden dar comienzo discusiones sobre la revisión de las reglas del juego. Seguimos viviendo según unas reglas establecidas en los años 1943-1945 por las potencias vencedoras. Toda la lógica del desarrollo del sistema mundial actual avanza hacia una necesaria revisión.
Putin insta a los estadounidenses a la revisión del orden mundial. Por ahora no queda claro en qué consistirá esta revisión ni cómo se llevará a cabo. Pero, sin duda, hay una clara apelación a que esto se lleve a cabo.
Víktor Litovkin, experto militar independiente
Putin describe de forma muy dura pero realista la política de Estados Unidos dirigida a la dominación del mundo actual. A una dominación basada, en lugar de una superioridad en el ámbito intelectual y económico, en la fuerza militar y en la destrucción de los regímenes de los países que en un sentido u otro no gustan al gobierno estadounidense.
Vladímir Putin da a entender claramente a Estados Unidos y a sus aliados de la OTAN que Rusia defenderá sólidamente sus intereses nacionales y que ninguna amenaza o sanción cambiará la postura del Kremlin respecto a los problemas fundamentales que afectan a nuestro país.
Rusia posee un gran margen de seguridad y para ella el mundo no acaba en los gobiernos de los estados occidentales. Moscú seguirá desarrollando su política internacional basándose en la cooperación con los principales estados del mundo en todos los continentes, en primer lugar, con los países de los BRICS, así como con otros estados que no se doblegan bajo la presión de Washington y Bruselas.
Nikolái Zlobin, presidente del Centro de Intereses Globales estadounidense (RIA Novosti)
La tesis principal del discurso de Putin es que Rusia nunca se convertirá en un país totalitario. Este el mensaje principal que el mundo quería escuchar, porque es lo que interesa a la opinión de la sociedad mundial. En general, yo esperaba un tono, una valoración de Estados Unidos y de la situación bastante menos pacíficos. Creo que Putin ha apostado por la búsqueda de un serio compromiso. Sus respuestas acerca de Ucrania fueron en esta línea.
En mi opinión, en las críticas del discurso por parte de Washington no se intenta encontrar ningún punto positivo. El único aspecto positivo es que no hubo ninguna valoración demasiado severa.
El Foro de Discusión Valdái se celebra desde el año 2004. La denominación se debe a un lago del mismo nombre, situado cerca de la ciudad de Veliki Nóvgorod, donde tuvo lugar el primer encuentro. El objetivo de la reunión es promover el diálogo entre las élites rusas en internacionales y analizar la situación económica, política y social de Rusia y el mundo. Participan más de 800 personas de más de 50 países. Este año el encuentro ha tenido lugar en Sochi.
Entre los aspectos que se criticarán a Putin, yo enumeraría la ausencia en su discurso de crítica hacia las acciones de Rusia. Cuando algo no va bien, hay que intentar comprender dónde te has equivocado tú mismo. Rusia tiene su parte de responsabilidad en el empeoramiento de la situación internacional. Y esto no se debe solamente a la crisis en Ucrania, se trata de algo que viene de lejos. Ha habido muchas situaciones en las que Rusia habría podido actuar de manera más inteligente.
Alexéi Fenenko, investigador principal del Instituto de Problemas de Seguridad Internacional de la Academia Rusa de Ciencias (RIA Novosti)
El discurso pronunciado por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, durante el Club de Discusión Valdái, es la continuación del famoso discurso de Múnich y del llamamiento a cambiar el statu quo en las relaciones internacionales.
En su intervención del viernes en Sochi, Putin señala que la guerra fría terminó, pero todavía no ha terminado la configuración del mundo. El presidente subraya que el sistema de las relaciones mundiales necesita una reforma pero, Estados Unidos, que se declara vencedor del proceso de la guerra fría, “no ha visto esta necesidad por arrogancia”, y da la sensación de que ha decidido construir el mundo a su manera, según sus intereses. Pero no ha logrado mantener el mundo unipolar y ahora intenta recrear una especie de “sistema aparentemente bipolar”, según declara Putin. El líder ruso señala que es necesario definir claramente los límites de las acciones unilaterales, resolver el dilema existente entre los intereses de la seguridad y los derechos humanos y el principio de la soberanía.
La idea principal del discurso del presidente era la siguiente: Rusia no acepta la apuesta estadounidense por la construcción de un nuevo orden mundial. Hasta ahora, la base de las relaciones internacionales, como durante los años de la guerra fría, es la paridad nuclear de Estados Unidos y el aislamiento de su potencial respecto a los de todos los demás. Yo diría que estamos viviendo no en un nuevo orden mundial, sino en el mundo de las conferencias de Yalta y Postdam modernizado.
Si eliminamos la retórica antiestadounidense del discurso de Putin, queda un mensaje visible: estamos entrando en una época en la que pueden dar comienzo discusiones sobre la revisión de las reglas del juego. Seguimos viviendo según unas reglas establecidas en los años 1943-1945 por las potencias vencedoras. Toda la lógica del desarrollo del sistema mundial actual avanza hacia una necesaria revisión.
Putin insta a los estadounidenses a la revisión del orden mundial. Por ahora no queda claro en qué consistirá esta revisión ni cómo se llevará a cabo. Pero, sin duda, hay una clara apelación a que esto se lleve a cabo.
Víktor Litovkin, experto militar independiente
Putin describe de forma muy dura pero realista la política de Estados Unidos dirigida a la dominación del mundo actual. A una dominación basada, en lugar de una superioridad en el ámbito intelectual y económico, en la fuerza militar y en la destrucción de los regímenes de los países que en un sentido u otro no gustan al gobierno estadounidense.
Vladímir Putin da a entender claramente a Estados Unidos y a sus aliados de la OTAN que Rusia defenderá sólidamente sus intereses nacionales y que ninguna amenaza o sanción cambiará la postura del Kremlin respecto a los problemas fundamentales que afectan a nuestro país.
Rusia posee un gran margen de seguridad y para ella el mundo no acaba en los gobiernos de los estados occidentales. Moscú seguirá desarrollando su política internacional basándose en la cooperación con los principales estados del mundo en todos los continentes, en primer lugar, con los países de los BRICS, así como con otros estados que no se doblegan bajo la presión de Washington y Bruselas.
Putin subraya que Rusia es una potencia nuclear y que intentar negociar con ella desde el punto de vista del potencial militar es inútil.
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