Según el astrofísico, el cometa Swift-Tuttle, responsable de la aparición de la lluvia de meteoros de las Perseidas, en el año 4479 podría cambiar su trayectoria después de pasar cerca de Júpiter y viajar hacia la Tierra.
“Si Júpiter le da apenas un pequeño golpe gravitatorio, podría viajar al Sol, ser expulsado del sistema solar, o lanzarse directamente a nuestro planeta. Si esto pasa, y existe una posibilidad real de esto dentro de unos 2400 años, sería la mayor extinción en masa que nuestro mundo ha visto en cientos de millones de años”.
La probabilidad de que un fragmento de 36 kilómetros de diámetro, compuesto de roca y hielo, destruya nuestro planeta, es muy pequeña.
No obstante, si el cometa “da en el blanco” los días de la humanidad estarán contados: el impacto equivaldría a la explosión de unas 20 millones de bombas de hidrógeno.
Por el momento, los astrónomos están seguros de que el cometa Swift-Tuttle no es una amenaza inmediata, pues su órbita se calculó para los próximos 2500 años.
No obstante, los científicos reconocen que es el objeto más peligroso para la humanidad en el sistema solar.
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