Desde mediados de 2017 han abandonado la ciudad de Chicago, en el estado de Illinois, más de 3.000 millonarios. Se trata de la mayor cifra de Estados Unidos, alertan desde el portal ruso Vesti Finance.
¿Qué está pasando?
No son solo millonarios. Cada cinco minutos alguien abandona el estado de Illinois. En una encuesta realizada en este estado al este del país, el 47% de las personas quería irse. Medio millón de ciudadanos lo ha conseguido en la última década. Una vez más, la mayor cifra de todos los estados del país.
Los que se van son normalmente los que tienen un alto nivel de educación, los más cualificados y con mayores ingresos. Y es que son aquellos con un alto poder adquisitivo quienes pueden escapar de una catástrofe antes que los demás. De esta forma, estados como Florida o Arizona han comenzado a experimentar un flujo importante de ciudadanos procedentes de Illinois.
Muchas de estas personas se van por una sencilla razón: porque suben los impuestos, ya de por sí por las nubes. Y los políticos de Illinois, responsables de la política fiscal del estado y de la recaudación de impuestos, continúan aumentándolos.
El estado de Illinois se encuentra al borde del abismo en términos financieros en comparación con el resto de Estados Unidos: cada mes llega a un déficit de 600 millones de dólares, motivo por el que su propio gobernador ha asegurado que se trata de una "república bananera", aseguran en Vesti Finance.
Así que todo apunta a que la deuda de Illinois acabará por caer en la categoría de 'bono basura', algo que no es ni más ni menos que un paso más hacia el temido 'default', lo que significa que el estado no cuenta con dinero en efectivo.
El peor golpe se lo están llevando los pensionistas, las empresas estatales y, en general, todos los que dependen del Estado, que no podrá pagarles.
Lo mismo le está ocurriendo a California, con un déficit de 750.000 millones de dólares, y a Connecticut, Pensilvania o Nueva Jersey. De esta forma, Estados Unidos le debe a su propio fondo de pensiones cinco billones de dólares. Y todo eso mientras que el país se encuentra en el centro de una burbuja financiera.
Las pensiones siempre han sido una bomba de mecanismos lentos, dormida bajo Estados Unidos. Una bomba de la que el país no puede escapar, apuntan desde el portal ruso Vesti Finance.
No son solo millonarios. Cada cinco minutos alguien abandona el estado de Illinois. En una encuesta realizada en este estado al este del país, el 47% de las personas quería irse. Medio millón de ciudadanos lo ha conseguido en la última década. Una vez más, la mayor cifra de todos los estados del país.
Los que se van son normalmente los que tienen un alto nivel de educación, los más cualificados y con mayores ingresos. Y es que son aquellos con un alto poder adquisitivo quienes pueden escapar de una catástrofe antes que los demás. De esta forma, estados como Florida o Arizona han comenzado a experimentar un flujo importante de ciudadanos procedentes de Illinois.
Muchas de estas personas se van por una sencilla razón: porque suben los impuestos, ya de por sí por las nubes. Y los políticos de Illinois, responsables de la política fiscal del estado y de la recaudación de impuestos, continúan aumentándolos.
El estado de Illinois se encuentra al borde del abismo en términos financieros en comparación con el resto de Estados Unidos: cada mes llega a un déficit de 600 millones de dólares, motivo por el que su propio gobernador ha asegurado que se trata de una "república bananera", aseguran en Vesti Finance.
Así que todo apunta a que la deuda de Illinois acabará por caer en la categoría de 'bono basura', algo que no es ni más ni menos que un paso más hacia el temido 'default', lo que significa que el estado no cuenta con dinero en efectivo.
El peor golpe se lo están llevando los pensionistas, las empresas estatales y, en general, todos los que dependen del Estado, que no podrá pagarles.
Lo mismo le está ocurriendo a California, con un déficit de 750.000 millones de dólares, y a Connecticut, Pensilvania o Nueva Jersey. De esta forma, Estados Unidos le debe a su propio fondo de pensiones cinco billones de dólares. Y todo eso mientras que el país se encuentra en el centro de una burbuja financiera.
Las pensiones siempre han sido una bomba de mecanismos lentos, dormida bajo Estados Unidos. Una bomba de la que el país no puede escapar, apuntan desde el portal ruso Vesti Finance.
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