"Sencillamente, no tenemos estos tanques disponibles en los depósitos estadounidenses y por eso tardaremos meses", aseguró Singh al explicar los largos plazos de llegada de los tanques a Ucrania.
El medio Político había informado anteriormente de que Ucrania recibiría de Estados Unidos una versión mejorada de los tanques M1A2 Abrams en comparación con la antigua versión A1, en configuración de exportación, pero sin el equipamiento adicional secreto que aumenta su potencia de fuego.
Sin embargo, la única planta estadounidense que produce tanques Abrams para su entrega a Ucrania está ahora totalmente abarrotada con pedidos para Taiwán y Polonia, y la capacidad de su línea de producción es de solo 12 tanques al mes.
El 25 de enero, Estados Unidos anunció el envío a Ucrania de un complejo de batallones de 31 modernos tanques Abrams de producción propia. Paralelamente, el Reino Unido y Alemania están destinando sus tanques al Ejército ucraniano, lo que también permite su entrega a otros países que dispongan de ellos. Polonia, que ya entregó al régimen de Kiev unos 250 tanques T-72, también se mostró dispuesta a suministrar otros 14 tanques Leopard 2.
Rusia envió anteriormente una nota a los países de la OTAN sobre el suministro de armas a Ucrania. El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, señaló que cualquier cargamento que contuviera armas para Ucrania sería un objetivo legítimo para Rusia. La Cancillería rusa advirtió que los países de la OTAN estaban "jugando con fuego" al suministrar armas a Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayó que el suministro de armas a Ucrania desde Occidente no contribuía al éxito de las negociaciones ruso-ucranianas y tendría un efecto negativo.
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