Rusia afirma que ya ha producido su primera tanda de drones submarinos autónomos Poseidón, capaces de destruir grupos navales y cualquier ciudad costera con un tsunami radiactivo
Rusia afirma que ya tiene la primera tanda de drones autónomos submarinos Poseidón, los torpedos nucleares que, según el Ejército de Vladímir Putin, están diseñados para destruir grupos navales completos o arrasar ciudades costeras con tsunamis radiactivos después de viajar durante miles de kilómetros de forma silenciosa hasta llegar a su objetivo.
Según la agencia de noticias TASS, una fuente de la industria militar rusa afirma que “se ha fabricado un primer lote de drones submarinos con capacidad nuclear Poseidón para el submarino de propulsión nuclear especial Belgorod”. Según esta fuente, los torpedos estarán "pronto" operativos en este submarino.
La fuente asegura que las pruebas de los “componentes centrales de los drones submarinos Poseidón, incluida la unidad de energía nuclear, se completaron con éxito.” Aunque el embargo occidental ha afectado la capacidad de producción de la industria militar rusa, los expertos occidentales no subestiman la capacidad nuclear del país, que sigue siendo una potencia en la guerra submarina. Además, desafortunadamente, la falta de capacidad de fabricación industrial debido a la falta de componentes no afecta demasiado a los torpedos Poseidón, una clase de arma de la que no se necesitan muchas unidades, como es el caso de los drones aéreos baratos, tanques o cazas de combate.
Según los expertos occidentales, el Belgorod puede llevar hasta ocho torpedos Poseidón. Rusia también quiere desplegar estos torpedos en sus submarinos de la clase Khabarovsk.
Qué es el Poseidón
Según el Instituto Naval de los Estados Unidos (USNI), tanto el Belgorod como el Poseidón obedecen a la doctrina de que Rusia no puede aceptar que EEUU tenga la superioridad estratégica gracias a sus sistemas de intercepción de misiles tierra-aire. El Poseidón, asegura Rusia, hace inútiles esos sistemas porque no puede ser interceptado y puede eliminar costas enteras con una gigantesca ola de agua radiactiva.
Es una excusa que no se sostiene porque EEUU no tiene suficientes sistemas de defensa aérea para eliminar ni siquiera una pequeña fracción de los misiles balísticos intercontinentales rusos, pero, obviamente, esto no ha impedido que Putin ponga en marcha un arma que no cumple con los tratados de desarme firmados entre EEUU y la Federación Rusa.
La premisa del Poseidón —técnicamente llamado 2M39 Status-6— es tan sencilla como aterradora: este torpedo subacuático es capaz de burlar cualquier defensa oceánica —como las redes de micrófonos y navíos que Estados Unidos tiene en su costa para detectar submarinos de ataque— para llegar a cualquier ciudad costera, detonar una cabeza nuclear de hasta 100 megatones de potencia y sepultar todo Nueva York, Long Island y la costa de Nueva Jersey bajo un tsunami radiactivo.
Así lo describe la propaganda rusa, como se puede ver en el vídeo sobre estas líneas, pero también lo afirman los especialistas en armamento occidentales. "Puede inundar las costas de EEUU con tsunamis radiactivos", dijo a finales de 2020 pasado Christopher A. Ford, exsecretario de Estado ejecutivo en el Centro de Seguridad Internacional y de No-Proliferación del Departamento de Estado de EEUU.
Serio peligro
La puesta en marcha operativa del submarino y los nuevos torpedos cumple con las expectativas, confirmando las imágenes por satélite que apuntaban a la creación de una nueva base expresamente creada para el Belgorod y posiblemente otros futuros submarinos en su categoría. La inteligencia naval noruega y estadounidense afirmaron en su día que el peligro de estas máquinas es real.
En declaraciones a CNN, el vicealmirante Nils Andreas Stensønes —jefe de los servicios de Inteligencia noruegos— afirmó el año pasado que Poseidón es “parte de un nuevo tipo de armamento nuclear. Está en su fase de prueba. Pero es un sistema estratégico y está apuntando a objetivos. Tiene una influencia que va mucho más allá de la región en la que lo han probado hasta ahora”. Parece que la semana pasada han pasado de las pruebas a la acción real. Si la información de la USNI es correcta, Rusia tiene una nueva capacidad estratégica lista para el despliegue.
Lo fácil sería descartar esa capacidad como una fanfarronada más de Putin o una chapuza de su industria armamentística. Desgraciadamente, el Pentágono y sus aliados parecen considerar el Belgorod y el Poseidón aún más peligrosos que el resto de fuerzas navales y nucleares rusas.
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