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miércoles, 26 de marzo de 2014

Contraataques: Rusia apunta al petrodólar

Escrito por Guillermo Barba en marzo 24, 2014


Foto: Reuters

Moscú está apuntando nada menos que al corazón del sistema financiero global.

En el “ajedrez” geoestratégico el presidente Vladimir Putin lleva la ventaja sobre el disminuido estadounidense Barack Obama. Después de la anexión de la península de Crimea a Rusia, Washington respondió con sanciones que fueron vistas como tenues por parte tanto de los propios rusos como de analistas internacionales.

Esa fue la causa de que el jueves pasado, Obama anunciara medidas adicionales contra una veintena de altos funcionarios rusos y de que amagara con ir por sectores estratégicos de la economía rusa, como el energético. Si hay movimientos rusos sobre las regiones sur y oriental de Ucrania, esos castigos entrarían en operación, aseguró el mandatario.

Pero el gobierno de Moscú ya tiene planteada la fase dos de su estrategia de contraataque –la primera terminó con éxito con la anexión de Crimea, y esta vez, tiene la mira puesta nada menos que en el petrodólar. Rusia está apuntando así nada menos que al corazón del sistema financiero global.

El esquema de contragolpe se ha dejado entrever por medio de declaraciones como las del ministro de Desarrollo Económico de Rusia, Alexei Ulyukayev, quien dijo que Rusia trabajaría en incrementar el volumen de comercio internacional en divisas nacionales distintas al dólar –como el yuan y el rublo. “¿Por qué deberíamos tener contratos en dólares con China, India, Turquía?”cuestionó, agregando que esto aplicaría a “energía y otras esferas”. En el fondo, el objetivo es crear nuevas petro-divisas, que si bien no serían de “reserva”, sí serían divisas de comercio bilateral.

Estas declaraciones se dieron en el marco de un pre-ataque orquestado por Estados Unidos, y cuyo autor intelectual parece ser el famoso inversionista, George Soros, conocido por su simpatía y jugosas aportaciones financieras al Partido Demócrata, al cual pertenece Obama. La semana pasada Soros hizo pública en Berlín su propuesta de castigar a Rusia por medio de la venta de parte de la reserva estratégica de petróleo, para manipular el precio a la baja. El “oro negro” es, por supuesto, una de las principales fuentes de financiamiento para el presupuesto federal ruso.

Según Soros, Rusia necesita el precio del barril a 100 dólares “para equilibrar su presupuesto”.

Estas revelaciones llegaron no por casualidad ocho días después de que el Departamento de Energía americano anunciara la primera “prueba de venta” desde 1990, por apenas cinco millones de barriles de su reserva. Los precios cayeron a su nivel más bajo en un mes después de esta noticia, una clara amonestación para Moscú.

Lo malo para Washington es que el propio Soros hizo una advertencia: “La tarea es ayudar a Ucrania en lugar de castigar a Rusia, porque solo castigarla acorralaría a Putin y como un animal herido, devolvería el golpe y sería una proposición perder-perder.”

Es evidente que Soros también conoce los planes rusos de contraofensiva contra el dólar, que podrían llegar a la venta masiva de bonos del Tesoro, la suspensión de pagos de compañías rusas con deudas en el billete verde, entre muchas otras.

De hecho, entre el 5 y el 12 de marzo, según datos de la Fed ocurrió un gran desplome de 104.5 mil millones de dólares en los bonos del Tesoro que mantiene en custodia a favor de instituciones extranjeras y otros bancos centrales. Esta fue la mayor caída de que se tenga registro. Dado que no se trató de una venta sino de una salida de los valores guardados, se sospecha que Rusia habría cambiado la ubicación de sus “treasuries” fuera de Estados Unidos, para en caso necesario poder disponer de estos cuantiosos recursos, y quizá, usarlos como arma.

Cabe recordar que según cifras del Tesoro, al cierre de enero Rusia tenía 131.8 mil millones de dólares en bonos.

Asimismo, Putin contaría con un aliado estratégico en su ataque al petrodólar: China.

El mensaje fue enviado por al titular de la más grande compañía petrolera rusa, Rosneft, citado por Reuters: “si Europa y Estados Unidos aíslan a Rusia, Moscú mirará hacia Oriente para hacer nuevos negocios, tratos energéticos, contratos militares y alianzas políticas.” De hecho, se encuentran ya muy avanzadas las negociaciones para un acuerdo por el cual Rusia vendería a China 38 mil millones de metros cúbicos de gas natural hacia 2018, a través del primer gasoductoentre el mayor productor y el mayor consumidor mundiales. Putin podría formalizar el acuerdo en mayo en su visita a ese país.

Quizás lo que sigue haciendo falta a Moscú es una ampliación significativa de sus compras deoro para reservas. Podría incluso hacerlo en secreto, al estilo chino. Los manipuladores occidentales no podrán manejar a su antojo por siempre el precio del metal precioso, y cuando el dólar colapse –algo que no está en duda si sucederá o no sino sólo el cuándo, quien tenga el oro físico llevará mano en la conformación del nuevo sistema monetario internacional que nacerá sobre las cenizas de la divisa estadounidense.

Washington no solo no tiene una “reserva estratégica de oro”: no posee ni siquiera todo el oro que clama tener en el papel.

De modo que una espiral de sanciones económicas americanas sobre Rusia sería un disparo en el propio pie, y podrían poner pronto en peligro al sistema monetario global basado en el dólar. Estados Unidos la debe pensar muy bien. Ya no es la superpotencia que puede hacer lo que quiera, sino una decadente cuyos mejores tiempos han quedado muy atrás.

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