Más de 100 marines estadounidenses han sido enviados como refuerzo a la base militar de Al Tanaf, en Siria, después de que Rusia revelara supuestamente sus intenciones de lanzar un ataque en un área bajo el control de la coalición liderada por Estados Unidos, según publica el portal Task and Purpose citando fuentes del Pentágono.
Si bien el organismo no menciona que los refuerzos son una medida de precaución ante una inminente amenaza, el portavoz del Comando Central, el capitán William Urban, ha dicho que las tropas que están volando a la zona realizarán simulacros con munición real.
"Nuestras fuerzas demostrarán su habilidad para desplegarse velozmente, para asaltar un objetivo por tierra y por aire y para retirarse rápidamente", cita Task and Purpose.
Según el informe del Pentágono, el país "está decidido a permanecer en Siria más tiempo del que el presidente Trump había indicado anteriormente".
La decisión de EEUU llega después del reportaje de la cadena CNN sobre la supuesta intención de Moscú de atacar inminentemente las zonas controladas por rebeldes, protegidas a la vez por las tropas estadounidenses.
CNN asegura que el secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, y el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Joseph Dunford, estaban al tanto de los últimos datos de la inteligencia y que añadieron que las tropas estadounidenses en Siria "tienen derecho a la autodefensa si son atacadas y no necesitarían pedir permiso a ninguna instancia mayor del Gobierno antes de actuar".
EEUU mantiene una base militar en Al Tanaf, sudeste de Siria, una zona en la que actúan libremente los grupos terroristas.
En la orilla este del Éufrates, los militares estadounidenses apoyan a la facción Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) conformada mayormente por kurdos.
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