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jueves, 27 de septiembre de 2018

La puja tecnológica, ¿verdadero motivo de las tensiones entre China y EEUU?



Las relaciones entre EEUU y China están llegando a un nivel de tensión creciente, con la entrada en vigor de nuevos aranceles y las sanciones que Washington impuso a Pekín por la compra de armamento ruso. Detrás de estas fricciones, podría estar la pugna entre ambas potencias por la supremacía tecnológica.

"Lo que está sucediendo a nivel comercial no es la cuestión importante, ni es lo que hace a la pelea entre ambas economías tan grandes. Lo que trasunta es una disputa hegemónica por espacios de poder en una serie de segmentos tecnológicos de mucho valor", dijo a Sputnik Gustavo Girado, profesor y director de la especialización en Estudios de China Contemporánea de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa, Argentina).

El experto recordó que la suba de aranceles "no es un episodio novedoso en el estricto terreno de la cuestión comercial", con antecedentes al menos desde 2009. Pero desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y en la campaña previa "hay un claro desafío" en las relaciones comerciales.

A poco de su asunción, el mandatario no solo anunció la salida del Acuerdo Transpacífico, sino además el aumento de los aranceles a las mercaderías provenientes de China. En ese sentido, el presidente de EEUU "viene cumpliendo bastante a rajatabla su propuesta preelectoral".

El impulso que Pekín ha dado a la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías "está llevando a Trump a decir que hay robo de propiedad intelectual", particularmente a partir de la instalación de empresas transnacionales del ramo en el gigante asiático. Las compañías ven allí "la mejor oportunidad para crecer", consideró el profesor de la UNLa.

Por primera vez en décadas, hay una disputa por parte de la República Popular China de hegemonía en algunos sectores en los cuales EEUU tenía primacía y son aquellos en los que se gesta la tecnología necesaria para el desarrollo de las manufacturas del futuro", indicó Girado.

Entre estos sectores, se incluye la inteligencia artificial, la generación de biocombustibles, la nanotecnología y lo satelital, así como otros segmentos "que realmente agregan valor para los productos y son los que terminan siendo la plataforma de todas las manufacturas que genera el panorama productivo futuro".

"Hasta aquí, EEUU tenía primacía porque poseía la vanguardia tecnológica en esos sectores. Pero lo que ha caracterizado el proceso de desarrollo chino es que, paulatinamente, a través de la inserción de las empresas chinas en las cadenas globales de valor, se ha ido haciendo del conocimiento a partir de una negociación que ha tenido bastante éxito por parte del Politburó", comentó el experto.

La estrategia de Pekín ha sido la "apertura de las cajas de conocimiento" a partir de la participación en su mercado de grandes empresas, incluso estadounidenses. La respuesta de Washington ha sido elevar los aranceles para "los productos centrales en el corazón del proyecto 'Made in China 2025'", enfocado a garantizar el desarrollo de los sectores prioritarios para el país.

"Ese proyecto de desarrollo manufacturero chino implica los sectores a desarrollar más importantes para el país aquellos que le permitirían alcanzar una sociedad modestamente acomodada al momento de cumplir sus dos centenarios: el del Partido Comunista en 2021 y el de la República Popular en 2049", analizó Girado.

De momento, la respuesta de China a los ataques lanzados por EEUU ha sido "inusual y bastante original", y se ha enfocado sobre todo en los productos del centro-oeste de EEUU, "el corazón de la política estadounidense".

Los aranceles que dispuso China ante los de EEUU —de un valor estimado de 200.000 millones de dólares— son "mucho menores" en su valor y están en el entorno de los 60.000 millones de dólares. Han elegido productos que pueden conseguir en otros mercados, como son los granos, el biocombustible, el pollo o el cerdo, que en EEUU provienen del centro-oeste, donde Trump tiene su mayor caudal de votos.

Esto, en la antesala de los comicios legislativos de noviembre (mes en el que se lleva a cabo además la cosecha), deja de ser algo anecdótico. Los productos de las costas oeste y este, bastiones opositores al mandatario, no se ven afectados por las respuestas de Pekín.

El cruce de aranceles provocó además la suspensión desde China de las rondas de consultas entre las autoridades comerciales de ambos países. A pesar de esto, y de la entrada en vigor de las medidas, EEUU volvió a convocar a una reunión en las próximas semanas.

"Es casi contradictorio, porque está llamando a una reunión para poder arreglar las cosas o poner paños fríos y sin embargo lanza las sanciones", comentó.

Por otra parte, la medida entra en vigor a pocos días de las sanciones impuestas al Departamento de Equipos Militares de China y a su titular, Li Shangfu, por la adquisición de 10 aviones de combate Su-35 en diciembre de 2017 y los sistemas antiaéreos S-400.

"La compra por parte de China de armas rusas ha sido sancionada como si hubiera un espíritu moral por encima, como un paraguas del registro de cómo deben ser hechas las cosas a nivel del mercado de armamentos global", consideró Girado.

Esta respuesta, a criterio del experto, "suena irracional", porque "economías importantes" como Rusia y China tienen derecho de tomar sus decisiones respecto a la seguridad nacional.

"Parece llamativo pero no llama tanto la atención cuando uno aprecia que [ambos países] casi están eliminando el dólar de sus intercambios bilaterales, en las transacciones entre una y otra economía", puso a modo de ejemplo.

Otros elementos que muestran que las economías emergentes "están convergiendo en intereses con las viejas potencias del hemisferio norte occidental" son el impulso a la Organización para la Cooperación de Shanghái. Ante un cambio que se da "tan aceleradamente", las economías emergentes "toman decisiones importantes, como el futuro desarrollo de armas".

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