El experto militar Vasili Dandikin explicó por qué el almirante estadounidense James G. Foggo declaró que la flota submarina de Rusia había incrementado su presencia en el Atlántico Norte y en el océano Glacial Ártico.
Según Foggo, comandante de la Armada de EEUU en Europa y África, Rusia dispone de más de 40 submarinos. Más de 20 de estos sumergibles forman parte de la Flota del Norte que es capaz de operar en el Atlántico Norte y en el océano Glacial Ártico.
Además, el almirante estadounidense señaló que el país euroasiático "continúa invirtiendo sus recursos financieros en la investigación, el desarrollo y la producción de submarinos potentes".
El capitán ruso de primer rango en la reserva, Vasili Dandikin, considera que Foggo hizo tales declaraciones para nivelar el efecto que había sido causado por los ejercicios a gran escala [Trident Juncture] que los países de la OTAN celebran en Noruega y cerca de sus costas.
"No han tenido ejercicios de tal envergadura ni en las últimas décadas, ni, según creo, en la época de la URSS. Aun así, estas maniobras se celebraron cerca de la frontera de Rusia", destacó en una entrevista a la emisora Sputnik.
El interlocutor de Sputnik admitió que las autoridades rusas están modernizando activamente la flota submarina de Rusia, siguiendo el ejemplo de las autoridades de distintos países de la OTAN.
"Si comparamos nuestra flota con la de otros países, incluido EEUU, veremos que allí hay muchos más submarinos polivalentes y se construyen otros", aseveró.
Dandikin considera que los submarinos polivalentes rusos de cuarta generación como Severodvinsk y Kazan causan "especial preocupación" en la Alianza Atlántica porque superan en muchos parámetros a los sumergibles de la OTAN.
"Sin embargo, me parece que no solo los motivos políticos están detrás de estas declaraciones sino los apetitos del complejo industrial militar de EEUU. Los generales y los almirantes del Pentágono son sus portavoces", enfatizó.
Además, añadió que las constantes referencias a que Rusia cada vez "se hace más fuerte" son "claras señales" que se envían a Washington para que " no escatime recursos" en el presupuesto militar del país norteamericano y en particular para la construcción de submarinos atómicos
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