El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado este domingo que la artillería rusa lanzó un “ataque masivo con misiles” contra dos edificios que albergan temporalmente a las fuerzas ucranianas en la ciudad de Kramatorsk, en la región de Donetsk (este de Ucrania), después de recibir información fidedigna sobre sus emplazamientos.
“Como resultado de un ataque masivo con misiles en estos puntos de despliegue temporal de unidades del ejército ucraniano, más de 600 militares ucranianos fueron aniquilados”, ha explicado el general Ígor Konashénkov, portavoz de Defensa ruso, en un comunicado.
La Cartera rusa ha dejado claro que el ataque fue una “operación de venganza” por el bombardeo de Ucrania en la noche de Año Nuevo contra un punto de despliegue temporal de los militares rusos en la ciudad de Makíivka, en la región de Donetsk, controlada por las fuerzas de Rusia.
La medianoche del 31 de diciembre al 1 de enero, las fuerzas ucranianas utilizaron lanzacohetes múltiple HIMARS, de fabricación estadounidense, para atacar posiciones militares rusas en la ciudad de Makíivka y, como consecuencia, murieron 89 de los soldados del Ejército ruso.
El Ministerio de Defensa ruso ha aseverado en su comunicado que Rusia ha lanzado el ataque después de que los medios de reconocimiento rusos descubrieron que más de 700 soldados ucranianos habían sido alojados en un albergue y más de 600 en otro.
De ser cierto, es la mayor pérdida individual de tropas ucranianas desde que Rusia lanzó su operación militar especial en el territorio ucraniano el 24 de febrero del año pasado con el objetivo de lograr la “desmilitarización” y la “desnazificación” total del país vecino.
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