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lunes, 26 de enero de 2015

El papa Francisco reclamó el descanso dominical

Mal que le pese a la Iglesia Católica Apostólica Romana, no hay registro bíblico sobre el descanso dominical. El día que Jesús de Nazareth iba al templo era el sábado. Por lo tanto, ¿cómo entender que los seguidores de Jesús decidan modificar su día de descanso? ¿Por voluntad humana modifican la voluntad divina? Insostenible. Sin embargo, el Vaticano instituyó el domingo como día de descanso hace varios siglos, y no lo ha modificado. Al igual que el celibato de los sacerdotes, es uno de las normas no bíblicas elevadas a categoría de verdad indiscutible. Ahora, la polémica cuando el papa Francisco (Jorge Omar Bergoglio), tal como lo había anticipado su amigo Osvaldo Cornide durante su ofensiva contra los shoppings de IRSA/Eduardo Elsztain, reclama el descanso dominical en nombre de la recuperación de valores humanos, comenzando por los familiares. Es muy noble el propósito pero es una invocación al Estado para que sea imposición a otras religiones, y esa es la otra cara del ecumenismo que predica Francisco. Sería bueno que lo explicara el rabino Abraham Skorka...



Durante el encuentro con el mundo del trabajo, Francisco había subrayado enfáticamente: “El domingo libre del trabajo (exceptuando los servicios necesarios) afirma que la prioridad no es lo económico, sino lo humano”. “Tal vez ha llegado el momento de preguntarnos si trabajar los domingos es una verdadera libertad”.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Durante una visita a la Universidad de Molise, en Italia, el pontífice católico apostólico romano Francisco sostuvo que el hecho de trabajar los domingos "no solo afecta a los creyentes, sino que afecta a todos".

El Papa se pronunció en contra de las jornadas laborales dominicales, con excepción de los servicios indispensables, mientras llamó a "conciliar el trabajo con el tiempo familiar".

"Tal vez es el momento de preguntarse si trabajar los domingos es una verdadera libertad", se preguntó el Papa, quien sustentó esa posición en que, excepto en los trabajos y oficios inherentes a servicios especiales, los domingos deben "para las relaciones no comerciales, pero la familia, los amigos, para los creyentes a una relación con Dios y con la comunidad".

Franciso llamó a los trabajadores a "pasar más tiempo con sus hijos y jugar con ellos", posibilidad que a su juicio "se está perdiendo". Según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, el Papa ya había expresado por carta su apoyo a la campaña nacional de la entidad para impulsar el cierre dominical.

El tema fue abordado por el vaticanista Giacomo Galeazzi en la web Vatican Insider, del diario La Stampa (Grupo Fiat, en Turin):

"(...) El reunirse con el mundo del trabajo, el Pontífice recomienda: “¡Padres, pierdan tiempo con sus hijos!”. Y cuenta una anécdota: “Cuando iba a confesar, si llegaba una mamá o un papá jóvenes, les preguntaba: ‘¿Cuántos hijos tienes?’. Y después otra pregunta: ‘¿Juegas con tus niños?’. Y la respuesta era siempre: ‘Perdone, padre, ¿cómo?’. Estamos perdiendo esta ciencia, jugar con los niños”.

En contra de la plaga del desempleo, Francisco pide a las instituciones “más esfuerzos y valentía”. Y después se dirige a los sacerdotes y a los fieles. Durante la homilía en la misa en el ex-estadio Romagnoli de Campobasso, Papa Francisco subraya que la Iglesia es “un pueblo que sirve a Dios”, y este servicio “se realiza de diferentes maneras, en particular en la oración, en el anuncio del Evangelio y en el testimonio de la caridad: la vía privilegiada para servir a Dios es servir a los hermanos que lo necesiten”. La Iglesia, continúa, “aprende a convertirse en sierva del Señor cada día, a estar lista para salir e ir al encuentro de las situaciones de mayor necesidad, a ser premurosa con los pequeños y los excluidos”.

Además, “el Señor nos libra de las ambiciones y rivalidades, que minan la unidad y la comunión. Nos libra de la desconfianza, de la tristeza, del miedo, del vacío interior, del aislamiento, de los remordimientos, de las quejas”. Y también en nuestras comunidades hay actitudes negativas, que llevan a las personas a la autoreferencialidad, a preocuparse más por defenderse que por darse: pero Cristo nos libra de esta “grisura existencial”. El testimonio de la caridad es “la vía maestra de la evangelización”. Por este motivo la Iglesia es el pueblo que experimenta la liberación del Señor y vive en esta libertad que él le dona, explica Francisco: “La libertad, sobre todo, del pecado, del egoísmo en todas sus formas. “La libertad de entregarse y de hacerlo con alegría, como la Virgen de Nazaret, que es libre de sí misma, no se repliega sobre su condición, sino que piensa en aquel que en ese momento tiene más necesidad”.

En este aspecto, la “Iglesia siempre ha estado en primera línea, presencia maternal y fraternal que comparte las dificultades y las fragilidades de la gente”. Así, “la comunidad cristiana trata de infundir en la sociedad ese suplemento de alma que permite ver más allá y tener esperanza”. El Pontífice exhorta a difundir “por todas partes la cultura de la solidaridad”.

Durante el encuentro con el mundo del trabajo, Francisco había subrayado enfáticamente: “El domingo libre del trabajo (exceptuando los servicios necesarios) afirma que la prioridad no es lo económico, sino lo humano”. “Tal vez ha llegado el momento de preguntarnos si trabajar los domingos es una verdadera libertad”.

La invitación del Papa fue clara y simple: “Hay que conciliar los tiempos del trabajo con los tiempos de la familia”. Bergoglio indica que este es un punto crítico que “nos permite discernir, valorar la calidad humana del sistema económico en el que nos encontramos”.

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