Los asesores en seguridad de la Casa Blanca han recomendado al presidente Obama enviar tropas estadounidenses más cerca de las zonas de combate en Irak ySiria.
Obama se lo piensa en serio. Una muestra de que su Administración no está satisfecha con la operación contra el Estado Islámico y de la cierta presión recibida por parte del Pentágono, que busca la presencia bélica de EE.UU. en este y otros conflictos duraderos, explica 'The Washington Post'. Los periodistas hacen referencia a sus fuentes en el Ejecutivo que hablaron a condición de anonimato "porque las discusiones todavía continúan".
La lista de opciones que estima el presidente está siendo sometida a un meticuloso examen por parte de los miembros del equipo político presidencial, incluidos los secretarios de Defensa y de Estado, Ashton Carter y John Kerry. En las últimas semanas ha habido una serie de reuniones donde estas medidas fueron abordadas: se espera que el presidente adopte una decisión al respecto esta semana.
No está claro cuántos efectivos adicionales serán necesarios para implementar los cambios que pretende Obama, pero el número no será muy elevado, aseguraron las citadas fuentes. Otro problema que admiten los asesores es que las medidas estudiadas pueden provocar un conflicto directo con Damasco y las fuerzas rusas e iraníes que lo están apoyando en la guerra contra la insurgencia extremista.
El presidente ha de decidir sobre el posible aumento en el número de ataques contra la infraestructura petrolera y energética del Estado Islámico, que son las principales fuentes de sus ingresos. Al bombardear los puntos de extracción y venta de crudo en el mercado negro aumentarían las víctimas entre civiles, especialmente si los militares usan armas más pesadas de lo habitual. Una campaña aérea más agresiva podría empeorar la situación humanitaria en Siria e Irak, ya de por sí compleja. FUENTE
Fuente: The Washington Post
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