El jefe de la Dirección General de Operaciones de las Fuerzas Armadas, Andrei Kartapolov, reveló que la Flota del Mediterráneo puede unirse a los ataques contra la infraestructura militar de esas agrupaciones extremistas en respuesta a la solicitud de las autoridades constitucionales de Damasco.
"Indudablemente", respondió el coronel general al diario Konsomolskaya Pravda en una entrevista al ser interrogado sobre un posible golpe coheteril similar al propinado por naves de la Flotilla del Caspio el 7 de octubre último con misiles del sistema Kalibr.
Kartapolov dijo que Moscú no excluye crear más de una base militar en Siria que integre el componente marítimo, aéreo y terrestre, al ser interrogado sobre la perspectiva de dos unidades de ese tipo, una para la Marina de Guerra en Tartus, y otra para la infantería en Latakia.
Peores no pueden ser las noticias para el EI y los otros grupos terroristas que operan en Siria, estimados en unos 50 mil efectivos, según el jerarca militar ruso.
Este Ejército respaldado por Occidente y países de la región inició en marzo de 2011 una guerra que hasta el momento cobró más de 240 mil vidas y provocó el desplazamiento de unos 10 millones de sirios, en tanto que desestabilizó al Gobierno de Damasco.
Ante esta realidad, el presidente constitucional, Bashar al-Assad, solicitó ayuda militar al Kremlin, que ordenó apoyar con bombardeos aéreos y navales una ofensiva terrestre del Ejército sirio, y en menos de tres semanas los terroristas perdieron la iniciativa.
Con una eficacia incomparablemente superior a la de la coalición comandada por Washington, que bombardea territorios sirios desde hace un año sin un respaldo legal, la artillería rusa propició un cambio cualitativo en el teatro de operaciones.
En respuesta a la solicitud de Damasco, cumplen misiones en Siria desde el 30 de septiembre último una agrupación de alrededor de 50 aviones de combate Su-34, cazas Su-30, bombarderos modernizados Su-24M, de ataque Su-25M y helicópteros Mi-8 y Mi-24.
La acción decidida de Moscú, asimismo, obligó al Pentágono a coordinar las acciones de la coalición con los militares rusos en Siria, en negociaciones que según Kartapolov están en fase avanzada. Otra mala noticia para quienes coinciden con Washington en el propósito de derrocar a al-Assad.
Precisó el coronel general que después de tres videoconferencias entre altos cargos militares de Moscú y Washington, ya están acordados todos los asuntos técnicos y los abogados rusos y estadounidenses afinan el texto definitivo.
Subrayó que el empleo intensivo y no coordinado de un espacio aéreo relativamente reducido como el de Siria puede causar un incidente en cualquier momento, y para evitar este tipo de percance los vuelos de aviones, helicópteros y drones rusos se coordinan con los servicios del sistema único sirio de gestión del tráfico aéreo.
En Kazajstán, en tanto, el presidente Vladimir Putin aseguró que uno de los objetivos de los terroristas es penetrar en Asia Central a través de Afganistán, por lo cual es importante prepararse y responder coordinadamente a esta amenaza.
Al intervenir en la cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en la ciudad kazaja de Burabai, Putin informó sobre el tema.
Explicó los resultados de la operación aérea en Siria ante representantes de Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, Moldova y el encargado de negocios de Ucrania en el país anfitrión.
Putin reiteró su proyecto de lograr una amplia coalición internacional para la lucha contra el terrorismo, y subrayó que sobre el tema se realizan negociaciones con Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania, Israel y otros países del Medio Oriente.
Damos pasos para interactuar con Estados Unidos y Turquía, expresó.
Precisó que según diversas fuentes, en las filas del EI combaten hasta siete mil extremistas procedentes de Rusia y otras repúblicas exsoviéticas, en tal sentido indicó que resulta muy importante el intercambio de información entre los servicios de seguridad de la CEI y propuso crear una estrategia de cooperación en esta materia hasta 2020.
Otra mala nueva para quienes recibieron preparación en los campos de entrenamiento del EI en el Medio Oriente y pretenden retornar a sembrar el terror en el espacio postsoviético.
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