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lunes, 10 de septiembre de 2018

RUSIA PLANEA RESUCITAR AL "ASESINO DE SUBMARINOS"



Por qué baraja Rusia reanudar la fabricación de los aviones anfibios A-40

La Corporación Aeronáutica Unida (OAK) anunció sus planes de reanudar la fabricación del avión anfibio A-40, que inicialmente fue desarrollado en la década de los 70 y fue el proyecto más ambicioso de la URSS en este ámbito.

El columnista de Sputnik, Andréi Stánavov, cuenta cómo la empresa Beriev desarrolló el A-40 y qué características únicas destacan al avión que fue bautizado con el nombre de Albatros.
Nacimiento del 'albatros' soviético

Inicialmente, la misión principal del A-40 era la búsqueda, persecución y destrucción de submarinos. De tal modo, la nueva aeronave tenía que reemplazar a los obsoletos Beriev Be-12 Chaika, los únicos aviones anfibios al servicio de la aviación naval de la URSS y Rusia.

Para cumplir con su misión, el avión es capaz de portar todo el arsenal que usan las aeronaves con base en aeródromos convencionales, el Il-38 y el Tu-142. En total, el A-40 puede llevar a bordo una carga de armamento que llega a las 6,5 toneladas, lo cual supera por cinco toneladas al Chaika.

De acuerdo con el columnista, ninguna otra puede ofrecer lo que tiene el A-40, puesto que la aeronave dispone de todas las innovaciones tecnológicas de los aviones anfibios y atesora unas impresionantes características. Así, tiene una longitud y envergadura que superan los 40 metros, un peso de despegue máximo de 90 toneladas y puede volar a una altitud de 13 kilómetros. Su alcance llega a los 4.000 kilómetros y puede llevar a cabo patrullas ininterrumpidas de 12 horas.





Aparte de ello, el avión está diseñado para tener un sistema de reabastecimiento en el aire. Junto con ello dispone de un aseo, guardarropa y un compartimento para que la tripulación pueda descansar, razón por la cual el Albatros es capaz de llevar a cabo misiones de largo alcance.

El columnista destaca que, gracias a su capacidad de despegar del agua con olas de dos metros, la versión civil de la aeronave, llamada A-42, es muy apta para misiones de búsqueda y rescate a una gran distancia de la costa.

¿Por qué el Albatros no abandonó su nido?

Stánavov señala que, en la década de los 70, el tema de los aviones anfibios era bastante turbulento. La Armada quería tener nuevos aviones de esta clase a su disposición, pero el Ministerio de la Industria Aeronáutica proponía pasar sus funciones a los aviones 'terrestres' y helicópteros.

En Beriev tuvieron que poner mucho esfuerzo para construir un avión que no fuera inferior a la competencia. Por primera vez, una unidad experimental del Albatros fue mostrada al público extranjero en 1991.

El avión acaparó mucha atención y fue todo un éxito en multitud de salones aeronáuticos. No obstante, el Ministerio de Defensa renunció a seguir financiando el proyecto por no disponer de los medios necesarios para ello.

Nacimiento del hermano menor del Albatros

En un intento desesperado por salvar el proyecto, se ofrecieron varias versiones civiles del avión, que incluyeron tanto versiones antiincendios como de rescate e incluso un avión comercial con una capacidad de 120 pasajeros.

Así fue como nació el ya conocido Be-200 que, en esencia, es una versión más pequeña del A-40. Dicho avión fue desarrollado espacialmente para el Ministerio de Emergencias de Rusia.

El viceministro de Defensa ruso, Alexéi Krivoruchko, anunció que el organismo militar planea formalizar un pedido de tres unidades del Be-200 en un futuro próximo.

No obstante, el columnista opina que, a pesar de tener unas excelentes propiedades técnicas, el Be-200 es inferior al Albatros tanto en términos de carga útil como en velocidad y alcance. Se trata más bien de una aeronave de apoyo que de un destructor de submarinos.

¿Tiene futuro el Albatros?


Vista la extensión de las líneas costeras de Rusia, es probable que pronto la Armada tenga la necesidad de disponer de un avión anfibio polivalente que sea capaz de llevar a cabo una multitud de misiones.

Según explica el columnista, el Albatros, que se adelantó a los aviones de sus tiempos por decenios, sería una buena opción y no sería un problema comenzar su fabricación en serie.

Así, el especialista en aviación Vladímir Karnózov contó a Sputnik que la fabricación del Albatros es meramente una cuestión de finanzas.

"La industria está técnicamente capacitada para hacerlo todo, la única cuestión es el precio que tendrá que pagar el país y si el Ministerio de Defensa está dispuesto a asumir estos gastos", dijo.

El problema es que la industria de la aviación rusa fabrica aviones en pequeños volúmenes, lo cual hace que sean "tremendamente caros", afirma el analista. Así, hacen falta clientes, incluidos internacionales, según él.

"En cuanto al Albatros, resultó ser un avión muy bueno con unas cualidades únicas", concluyó Karnózov.

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