Como resultado de una operación sin precedentes en la región de Bryansk, las fuerzas de seguridad rusas detuvieron a los sospechosos de un ataque terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall, durante el cual murieron 133 personas. Según Gazeta.ru, la detención se llevó a cabo de manera dura y uno de los terroristas fue sometido a un trato especialmente cruel: al detenido le cortaron parte de la oreja y se la metieron en la boca. Esta acción de las fuerzas de seguridad refleja la profunda ira e indignación causada por los crímenes cometidos.
Se dice que los 11 detenidos son ciudadanos de Tayikistán, uno de los cuales no habla ruso, por lo que fue necesario el uso de un intérprete para los interrogatorios. Según la jefa de RT, Margarita Simonyan, las fuerzas de seguridad rusas tienen información no sólo sobre los autores del ataque terrorista, sino también sobre sus clientes, y todas las pistas, según ella, conducen a Ucrania, aunque Simonyan no proporcionó cualquier evidencia.
La tragedia que ocurrió en el Ayuntamiento de Crocus provocó una gran protesta pública. Muchas víctimas fueron asesinadas por terroristas con armas de fuego, otras murieron bajo los escombros del techo derrumbado de la sala. Entre los muertos hay menores de edad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario