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viernes, 2 de octubre de 2015

¿Es el fin de la hegemonía americana un preludio de la Tercera Guerra Mundial?



Acostúmbrense a oír mucho más sobre las tres potencias anti-hegemónicas –Rusia, China e Irán– en las próximas semanas y meses, ya que el desafío al liderazgo mundial de los Estados Unidos solo está en sus fases iniciales y se acelerará durante los últimos meses de la administración Obama.

Estas tres potencias regionales forjan una alianza estratégica global encaminada a suplantar la influencia norteamericana en sus respectivas zonas geográficas tradicionales, pero el efecto global es preocupante. El gigante americano parece estar paralizado ante el desafío coordinado y multifacético a su liderazgo. Cada día que pasa, la potencia hegemónica parece que pierde capacidad de controlar los acontecimientos a su favor, mientras que las potencias anti-hegemónicas parecen avanzar en la prosecución del objetivo de rehacer el mundo. El resultado ante el vacío de poder, al desaparecer el policía del mundo, es un ambiente geopolítico mucho más volátil y peligroso, conducente a guerras que hace unos meses parecían impensables.

Rusia invade dos países independientes, Georgia y Ucrania, ocupando provincias bajo el pretexto del maltrato a la población rusa, desestimando con ello el santo principio de la inviolabilidad de los territorios mediante el uso de la fuerza, uno de los principios fundamentales de las relaciones internacionales desde la Segunda Guerra Mundial. Esto es muy peligroso, ya que crea un precedente que invita a más agresión en el futuro. Por ejemplo, Putin ya está diciendo que la independencia de los países Bálticos se logró de forma ilegal y se prepara para crear inestabilidad dentro de las fronteras de la OTAN.

Putin lleva tiempo modernizado sus fuerzas nucleares, a tal punto que ya supera a los Estados Unidos en la cantidad de armas nucleares disponibles. También se ha dedicado a desarrollar armas aire-aire y aire-mar superiores, con mayor alcance y más rápidas que las que actualmente poseen los Estados Unidos. Qué decir de las ventajas logradas en los medios de guerra electrónica, lo cual deja a los Estados Unidos vulnerable por lo menos por una década según los expertos, y de su capacidad en la guerra cibernética, muy superior a la de este país.

Rusia también viola un tratado de control de armas, desarrollando misiles de alcance medio con capacidad de llevar cabezas nucleares. Rusia desafía a la OTAN a lo largo de toda su frontera del este en Europa haciendo maniobras militares con cientos de miles de efectivos y practicando simulacros de invasión, con un golpe nuclear a Varsovia, por otro lado, enviando bombarderos a los espacios aéreos colindantes con las fronteras occidentales y los países nórdicos. Y como colofón, crea otra zona de exclusión aérea y marítima en el Mediterráneo, ahora en la costa de Siria.

China no se queda atrás e ilegalmente, en violación de la Ley del Mar y de las leyes sobre las dimensiones de las zonas de exclusividad económica internacionalmente establecidas, construye varias islas artificiales en el Mar de China con bahías, radares y pistas para uso militar y declara zonas de exclusividad económica amplísimas, violando además el principio de libre navegación marítima y aérea, otra de las columnas vertebrales del sistema internacional. China amenaza a aliados tradicionales de los Estados Unidos como Japón y las Filipinas y cibernéticamente ataca impunemente a los Estados Unidos, robando secretos y demostrando nuestra vulnerabilidad.

Al mismo tiempo, al igual que Rusia, acelera su inversión en aviones cazas de cuarta generación, submarinos nucleares y en tecnología anti-barco, amenazando que en la próxima guerra hundirán nuestros portaaviones con una andanada de misiles contra los cuales no habría defensa posible. Como Rusia, invierte aceleradamente en la calidad de sus fuerzas armadas, mientras practica la invasión anfibia de Taiwán. Compra sofisticadas armas rusas y construye autóctonamente algunas más avanzadas que las que poseen la armada y la fuerza aérea americanas creando dudas en el Pentágono sobre el resultado de un encontronazo militar. El efecto es la consolidación de otra zona muy peligrosa para operar militarmente, otra zona prácticamente denegada en tiempos de guerra en el Mar de China, lo cual pondría a los Estados Unidos en desventaja táctica y estratégica.

Irán también busca la hegemonía regional en el Medio Oriente y alardea de que ya controla las capitales del Líbano, Yemen, Iraq y Siria, mientras que subrepticiamente avanza en su programa nuclear, un desafío al Tratado de No-Proliferación Nuclear, otro de los pilares de la posguerra. Amenaza con destruir a Israel y es un enemigo acérrimo de la dinastía saudita, ambos aliados tradicionales de los Estados Unidos. Como Rusia y China, también invierte en modernizar sus fuerzas armadas y alardea que en el próximo conflicto hundirá la flota americana en el Golfo Pérsico con una manada masiva de lanchas rápidas y misiles costeros. Como China, compra sofisticadas armas anti-barco y anti-aéreas rusas creando otra zona peligrosa e inoperable en tiempos de guerra para las fuerzas armadas de los Estados Unidos en el Golfo Pérsico.

Todo esto parece indicar que estas tres potencias actuarían en conjunto de forma coordinada en contra de los Estados Unidos en caso de estallar un conflicto. El terreno está preparado para el comienzo de la Tercera Guerra Mundial, de la cual me parece que la hegemónica América no saldría bien parado si el conflicto es contra esta alianza, sin contar con la India y Pakistán de nuestro lado y asumiendo que los aliados de la OTAN no nos abandonen y que Japón, Canadá, Australia, Israel y Corea del Sur se mantengan firmes (y contando con que Brasil, Méjico y África del Sur se mantengan neutrales).

Creo que todos estos acontecimientos crean condiciones favorables para una mayor crisis futura. Lamentablemente, la administración Obama no ha hecho absolutamente nada para revertir estas tendencias y parece estar resignada a pasarle la crisis al próximo presidente.

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