Una unidad de hackers del Ejército de China. |
El empresario chino, conocido como Stephen Subin, se declaró culpable de colaborar con dos personas en China con vínculos a organizaciones del Estado chino, para robar miles de terabytes de archivos y documentos militares, gran parte de los cuales eran sobre los cazabombarderos F-35 Lighting II y F-22 Raptor, que son diseñados por la empresa Lockheed Martin, informó el jueves la página Web Washington Free Beacon.
Los hackeos, según los documentos del tribunal estadounidense a cargo de investigar el caso, tuvieron lugar entre 2009 y 2014 y los piratas informáticos chinos también consiguieron acceso a datos clasificados sobre un programa de arma láser que se pueda usar fuera de la atmósfera de la tierra y también del avión de transporte militar pesado C-17, diseñado por Boeing.
Al mismo tiempo las investigaciones de los agentes del FBI (Buró Federal de Investigaciones) señalan que el Gobierno chino, mediante los hackeos, ya está al tanto del sistema de radares, el motor y los sistemas de lanzamiento de misiles del F-35, los tres componentes más importantes de un avión militar.
Lo más preocupante para Estados Unidos es que al parecer China ya ha usado los datos robados para avanzar los diseños de sus nuevas aeronaves furtivas como, según aseguran los analistas, es el caso del cazabombardero de quinta generación Chengdu J-20, que es “demasiado” similar al F-22 y el F-35.
“Los datos robados nos permiten rápidamente alcanzar a Estados Unidos y superarlos”, se lee en uno de los documentos redactados por los piratas informáticos chinos sobre los datos robados.
El cazabombardero furtivo chino, Chengdu J-20. |
Además, otro de los puntos más alarmantes ha sido la reciente alegación de China de contar con radares que pueden rastrear los “invisibles” F-22 Raptor, algo que aseguraron haber hecho durante los vuelos de estos cazabombarderos sobre el mar de la China Meridional.
FUENTE: HISPANTV
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