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jueves, 11 de abril de 2019

¿Quién es Jalifa Haftar, el militar libio que aspira unir al país bajo su firme control?



Libia, un país fragmentado que no ha logrado cerrar las heridas de la primera guerra civil, ahora está sumergido en un nuevo conflicto armado. La persona a cargo de una de las fuerzas militares que aspira a hacerse con el control y unir al país entero es el mariscal Jalifa Haftar.

La historia de Haftar empieza en los años 1960, cuando el entonces joven dio inicio a su carrera militar al estudiar en universidades militares en Libia y la Unión Soviética.

El joven Haftar tuvo una carrera vertiginosa. Cuando sirvió en el Ejército libio bajo Muamar Gadafi tomó parte en el golpe de Estado contra el rey de Libia, Idris.

Después del golpe de Estado, pronto se convirtió en uno de los comandantes del Ejército libio. Haftar fue partidario del secularismo y se inspiraba en las ideas del expresidente egipcio Gamal Abdel Nasser, promotor del socialismo árabe.

Cuatro años después del golpe de Estado, en octubre de 1973, comandó las tropas libias que ayudaron a las tropas egipcias en la guerra de Yom Kipur contra Israel. Para 1986 Haftar fue ascendido al grado de coronel y lideró las tropas de Gadafi en la guerra contra Chad.

"Quizá uno de los momentos más conocidos de la carrera militar de Jalifa Haftar es su participación en una operación militar en Chad en la que fue capturado", dijo a Sputnik el experto egipcio Taimour Dwidar.

Haftar fue tomado preso junto a entre 600 y 700 de sus hombres en una de las operaciones contra las fuerzas chadianas y los encarcelaron a todos. Por alguna razón, Gadafi decidió abandonar a Haftar y a otros prisioneros en Chad.

Una teoría dice que Gadafi temía que Haftar regresaría a Libia como un héroe nacional y de esta manera pondría en peligro su Gobierno.

El entonces coronel libio cumplió condena en una prisión chadiana. Después de ser liberado, fue evacuado a Zaire —actualmente la República Democrática del Congo— con la ayuda de Estados Unidos.

El militar y un grupo de oficiales libio se alinearon con el Frente Nacional para la Salvación de Libia, patrocinado por EEUU, que tenía como meta derrocar a Gadafi. Con la mediación de la CIA se mudó de África a Estados Unidos, donde se asentó en el estado de Virginia y después recibió la ciudadanía de ese país.

En 1993, mientras estaba en Estados Unidos, fue condenado en ausencia por un tribunal libio por crímenes contra la Yamahiriya —el nombre del Estado de Libia durante el Gobierno de Muamar Gadafi— y sentenciado a la pena de muerte.

Participó en una intentona golpista en marzo de 1996 en la parte este de Libia. Después del fracaso del golpe de Estado, regresó a Virginia donde prosiguió con sus planes de derrocar a Gadafi hasta 2011.

"Después de la primavera árabe y el asesinato de Gadafi regresó a Libia de manera milagrosa. Hoy esta persona encabeza a la fuerza militar que se llama el Ejército Nacional Libio y cuenta con el apoyo de varios países influyentes del mundo", adelantó Taimour Dwidar.
El regreso del hijo pródigo a Libia

Después del derrocamiento de Muamar Gadafi en el 2011, Haftar volvió a su país de origen con la intención de ocupar un cargo importante en el nuevo Ejército libio. Sin embargo, no lo logró y tuvo que regresar a Estados Unidos.

En el 2014 Libia otra vez se quedó dividida en dos facciones. Al día de hoy se enfrentan dos ramas del poder: el órgano legislativo, la Cámara de Representantes, con sede en la ciudad de Tobruk y el Ejecutivo, el Gobierno de Acuerdo Nacional, reconocido por la ONU y radicado en la capital del país, Trípoli.

Haftar tomó el lado de la Cámara de Representantes y lanzó la Operación Dignidad que tuvo como objetivo exterminar a los extremistas en Bengasi, la segunda ciudad más grande de Libia.

En el 2016 el Ejército Nacional Libio, liderado por Haftar, logró avances territoriales significativos en todo el país. Entre febrero y abril del 2016 el Ejército de Haftar consiguió expulsar a sus oponentes de Bengasi.

Entretanto, Haftar no solo se ocupaba de los asuntos internos, sino también de los lazos diplomáticos. Viajó en numerosas ocasiones a diferentes países, entre ellos Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Egipto e incluso Francia, para reunirse con su oponente, el líder del Gobierno de Acuerdo Nacional, Fayez Sarraj, en una cita organizada por el presidente Emmanuel Macron.

"Los contactos entre Haftar y Francia son más profundos que entre él y la Federación de Rusia. Estableció contacto con Arabia Saudí y Egipto y realizó visitas a estos países y solo Dios sabe qué les prometió. Pero está claro que el país que sacará mayor provecho de la victoria de Haftar será Francia", manifestó el experto egipcio.

Para Dwidar, Haftar decidió ser amigo de Rusia porque necesita elegir de qué lado juega. Decidió estar del lado de Moscú, como una oposición a Washington y Londres. Pero en realidad Estados Unidos mantiene su neutralidad.

El pasado 4 de abril Haftar, que actualmente tiene el rango de mariscal de campo en el Ejército Nacional Libio, ordenó a sus fuerzas lanzar una ofensiva contra la capital del país. Sus fuerzas ya consiguieron capturar algunas localidades y se acercaron a Trípoli.

Por su parte, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, llamó a todos los actores políticos de Libia a entablar un diálogo y agregó que Moscú mantiene contactos con todas las fuerzas políticas libias.

La fuerza que se encuentra bajo el mando de Haftar, según el entrevistado, teóricamente es capaz de establecer su control sobre Trípoli. Sin embargo, su oponente del Gobierno de Acuerdo Nacional, Fayez Sarraj, radicado en Trípoli, llamó a todas las fuerzas a defender la capital.

Ahora Haftar hace frente a esta fuerza unida y es un verdadero dolor de cabeza para él. En este sentido surgen dudas en cuanto a su capacidad de establecer su control sobre la capital del país, si bien ya ha llevado a cabo operaciones exitosas en el sur y en el oeste", declaró Dwidar.

El mariscal pudo haber conquistado Trípoli hace varios días, pero al parecer esto le ha resultado difícil y esto plantea algunos interrogantes, recalcó el experto.

"Él asumió una carga que finalmente no pudo soportar y no es la primera vez que esto sucede. Por eso no queda claro si se puede contar con él", concluyó.

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