En una reunión mantenida este sábado con el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, a la cabeza de una delegación, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, ha agradecido el apoyo de Rusia en el restablecimiento de la paz en Nagorno Karabaj y ha transmitido la voluntad de Ereván para profundizar lazos militares y de seguridad con Moscú, en concreto, tras el fin de la guerra con Azerbaiyán.
El premier armenio ha resaltado que la situación era difícil incluso antes de la guerra, pero, ahora, tras sellar un alto el fuego anunciado el 9 de noviembre, en Nagorno Karabaj, la coyuntura socio-política en la zona aún es más difícil.
“La situación es más difícil ahora. Esperamos que durante este periodo podamos profundizar nuestra cooperación con la Federación de Rusia, incluido el campo de seguridad, pero no solo en materia de seguridad, sino también en la cooperación técnico-militar”, ha afirmado Pashinián desde Ereván, capital armenia.
El mandatario también se ha mostrado convencido de que Ereván y Moscú seguirán profundizando sus lazos y cooperaciones, “en el futuro estratégico”; una cooperación que, con el transcurso del tiempo, ganará más fuerza y será cada vez más estratégica y más estrecha, ha recalcado.
Shoigú, ha debatido con Pashinián y su homólogo armenio, Vagarshak Arutiunián, el cese de hostilidades en la zona en disputa y ha subrayado que la tarea principal hoy en día es evitar un derramamiento de sangre en la región.
“Queda mucho trabajo por hacer, pero espero que esta vez esté encaminado a normalizar la vida pacífica en Karabaj”, ha afirmado el ministro ruso de Defensa, según cita el servicio de prensa del Gabinete armenio.
El pacto “extremadamente doloroso”, de acuerdo con Pashinián, establece que Armenia y Azerbaiyán mantendrán las zonas “conquistadas”, Además, Armenia debe entregar otros distritos que eran controlados desde los años 90 por sus fuerzas: Kalbajar antes del 15 de noviembre de 2020, Agdam antes del 20 de noviembre de 2020 y Lachin antes del 1 de diciembre de 2020.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, alertó el viernes que “la guerra será la única alternativa” a la tregua anunciada en Nagorno Karabaj.
Armenia y Azerbaiyán viven enemistados desde el inicio del conflicto Nagorno Karabaj en 1988, cuando este enclave, con apoyo del Gobierno de Armenia, decidió independizarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
En 1994, un alto el fuego puso fin al conflicto bélico entre estos países —con un saldo de 30 000 muertos—, pero no resolvió el problema, por lo que desde entonces las escaramuzas son frecuentes en la frontera.
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