Soldados de la Marina alemana abordaron y allanaron un buque de carga turco en el Mediterráneo con destino a Libia, lo que levantó la fuerte protesta de Ankara.
Según han informado este lunes medios turcos, una fragata alemana detuvo el domingo un barco turco que se dirigía hacia el puerto libio de Misrata, después de que la embarcación rechazara someterse a una inspección. Varios militares alemanes abordaron el navío desde un helicóptero y se hicieron con el control de la sala de mando.Todo esto ocurrió en el marco de la operación Irini de la Unión Europea, que permite inspecciones en alta mar para hacer cumplir el embargo de armas impuesto por las Naciones Unidas contra Libia, donde dos gobiernos paralelos luchan por apoderarse del país, devastado por la guerra desatada tras la intervención de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hace casi una década.
Sin embargo, el Ejército alemán anunció que la enérgica protesta de Turquía no dejó que los soldados llevaran a cabo una búsqueda completa. Durante el registro parcial del barco no se encontró nada sospechoso, agregó.
Ankara ha condenado la operación que tilda de “ilegal” y convocado a los representantes diplomáticos alemán, italiano y de la Unión Europea. Turquía, por su parte, señala que los militares alemanes querían realizar la revisión “sin autoridad” y por medio del “uso de la violencia”.
De acuerdo con la versión turca, los efectivos alemanes se quedaron durante horas en el barco mercante con bandera turca 'MV Roseline A', a pesar de la actitud de cooperación del capitán del navío.
Turquía señala también que la embarcación transportaba materiales de asistencia humanitaria y pintura y denuncia que la misión europea violó el derecho internacional al no esperar el permiso de Ankara para la inspección.
Este nuevo episodio de tensión en las relaciones Unión Europea-Turquía tiene lugar mientras aún no se han podido solventar las disputas marítimas en el Mediterráneo oriental entre Turquía y Grecia.
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