Según ha informado este jueves la agencia británica de noticias Reuters, un portavoz de la Comisión Europea ha advertido a Hungría que importar y aplicar la vacuna rusa Sputnik V contra el nuevo bicho provocará preocupaciones de seguridad y podría socavar la confianza en otras vacunas.
Esto ocurre después de que el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, anunció que su país importaría lotes de esta vacuna para completar los ensayos clínicos, estudiarla y conseguir la licencia para su distribución.
La organización ha indicado que, según las reglas de la Unión Europea, la Sputnik V debe ser autorizada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), antes ser comercializada en cualquier Estado del bloque de los 27.
“Surge la pregunta de si un Estado miembro debería querer administrar a sus ciudadanos una vacuna que no ha sido revisada por la EMA. Es aquí donde el proceso de autorización y la confianza de la vacuna convergen”, ha indicado.
Ha añadido que si esta vacuna no pasa por una “evaluación científica rigurosa” para demostrar su eficacia, será mucho más difícil vacunar a un segmento considerable de la población.
También, de acuerdo con el vocero de la Comisión Europea, la importación y la distribución temporal de vacunas no autorizadas en el bloque está permitida en casos de emergencia, en respuesta a la “propagación sospechada o confirmada de agentes patógenos, toxinas, agentes químicos o radiación nuclear, cualquiera de los cuales podría causar daño”.
Rusia registró el pasado 11 de agosto oficialmente su vacuna Sputnik V que, según los creadores de la misma, demostró una inmunogenicidad estable y protegerá contra el coronavirus por un plazo de hasta dos años.
Tal y como indican las cifras proporcionadas por el portal de estadísticas mundiales Worldometers, hasta el momento, 1360681 de personas han muerto.
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