Presionado por Estados Unidos, Canadá toma la decisión equivocada de prohibir a Huawei.
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El 19 de mayo, el ministro de Innovación, Ciencia e Industria de Canadá, Francois-Philippe Champagne, anunció que Canadá tiene la intención de "prohibir la inclusión de los productos y servicios de Huawei y ZTE en el sistema de telecomunicaciones de Canadá", según el informe del Financial Times. Se ha convertido en el último y también el último miembro de la alianza Five Eyes en prohibir la compañía.
Canadá puede ser el último de los Cinco Ojos en prohibir a Huawei, pero de ninguna manera fue el último en atacarlos. El gobierno anunció por primera vez en 2018 que revisaría la "amenaza a la seguridad nacional" que Huawei supuestamente representaba para el país. Luego, más tarde en el año, Ottawa detuvo a la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, en base a la orden de los Estados Unidos. La detención duró casi tres años. Meng solo regresó a China en septiembre de 2021. Las relaciones entre China y Canadá se han deteriorado en el proceso.
Las acciones de Canadá sobre Huawei están socavando sus propios intereses nacionales. Según el informe de Bloomberg, Huawei ha desempeñado durante mucho tiempo un "papel clave" en las redes de Canadá. En 2008, Huawei ganó su primer gran proyecto norteamericano de BCE y Telus. El propio informe de Huawei estipula que las telecomunicaciones canadienses habían invertido más de $ 546 millones en la tecnología de Huawei. Y la declaración de Champagne enfatizó que los proveedores canadienses que utilizan los equipos de Huawei deben cesar y eliminarlos. No se ofrecería ninguna compensación a los proveedores.
Como dijo el portavoz de Huawei, Alykhan Velshi, la medida es decepcionante pero no sorprendente y que es una decisión política. Estados Unidos ha lanzado un asalto continuo contra el sector tecnológico de China. Washington había tratado de eliminar a las compañías tecnológicas chinas de participar en la construcción de infraestructura en todo Occidente. Los norteamericanos y los países europeos habían estado bajo la presión de Estados Unidos para renunciar a su cooperación con China. Estados Unidos incluso amenazó con reconsiderar el intercambio de inteligencia con los países que usan el equipo de Huawei.
La "amenaza de China" propagada por los Estados Unidos en los últimos años se basa en suposiciones falsas y maniobras políticas. A medida que Estados Unidos pierde su control sobre el dominio global, quería que un enemigo político uniera a sus aliados bajo su bandera. Y para los políticos estadounidenses, hacer de China el villano ha sido ayudar a sus propias fortunas políticas. Pueden estar cosechando el beneficio político, pero todos los demás que se están uniendo a la presión de Estados Unidos solo se verían perjudicados en el proceso.
La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Melanie Joly, dijo a POLITICO esta semana que se está enfocando en reconstruir las dañadas relaciones de Canadá con China. Dar más pasos en la cruzada tecnológica de Estados Unidos contra China no es cómo se pueden reconstruir las relaciones. China y Canadá tienen relaciones comerciales de más de 100.000 millones de dólares. China es el segundo socio comercial más grande de Canadá. Esa es una relación que debe ser atesorada, no destrozada por el bien de los juegos geopolíticos de otros países.
China ha dicho que todos los países deberían tener derecho a una política exterior independiente. Esa independencia no se puede dar, hay que ganársela y mantenerla por uno mismo. Canadá puede sentirse satisfecho por el momento escondido bajo la sombra de los Estados Unidos, pero, como hemos visto a lo largo de los años, las inclinaciones políticas de los Estados Unidos se están volviendo cada vez más volátiles después de cada temporada electoral. Las influencias del internacionalismo y el multilateralismo están retrocediendo entre los políticos estadounidenses. Si Canadá no es consciente de su propia posición en el mundo y de estar con otros países, aprenderá a arrepentirse de sus acciones más tarde cuando Washington cambie de rumbo una vez más.
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