En respuesta a los ataques de las fuerzas armadas ucranianas contra la infraestructura rusa de petróleo, gas y energía utilizando drones de largo alcance, el ejército ruso atacó un complejo industrial en la ciudad de Zaporozhie. El objetivo del ataque era un taller donde se llevaba a cabo el montaje de vehículos aéreos no tripulados pesados destinados a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Así lo informó el Ministerio de Defensa ruso a través de su canal Telegram.
La operación se llevó a cabo utilizando el sistema de misiles táctico-operativo "Iskander", que permitió alcanzar con precisión el objetivo. Como resultado de la huelga, no sólo fueron destruidas las instalaciones de producción, sino también el almacén donde se almacenaban los productos terminados: los vehículos aéreos no tripulados.
No está claro cuántos drones fueron destruidos.
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