En torno a la estrella Próxima Centauri se ha descubierto un planeta de dimensiones similares a la Tierra que podría albergar vida y al que se podría viajar.
Este miércoles ha sido confirmado el hallazgo de un exoplaneta de dimensiones similares a la Tierra y que se encuentra a una distancia adecuada de su sol como para permitir la presencia de agua en su superficie y albergar vida. El cuerpo, bautizado como Próxima b, orbita alrededor de Próxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro sistema solar, a 4,2 años luz.
Según el portal Gizmodo, se trata de uno de los descubrimientos astronómicos más importantes del siglo. El medio precisa que Próxima b se encuentra a 7 millones de kilómetros de su estrella. Esto es mucho menor que la distancia entre la Tierra y el Sol, pero dado que Próxima Centauri es mucho más fría, el exoplaneta está en una 'zona habitable' y cuenta con una temperatura que permite que el agua en su superficie se encuentre en estado líquido.
Gizmodo destaca que aún se desconoce si Próxima b cuenta con una atmosfera. El cuerpo es sometido a un flujo de rayos X, emitidos por su astro, que es 400 veces mayor al que sufre la Tierra, lo que podría ser un obstáculo para su propia atmósfera. Sin embargo, el científico alemán Ansgar Reiners sostiene que todo depende de cuándo se formó. Si ese proceso tuvo lugar cuando Próxima b estaba a una mayor distancia de su sol, es posible que tuviera una atmósfera.
De ser así, esto sería "un gran indicio para la posibilidad de que tenga vida", detalla el portal. Además, a Próxima Centauri le quedan muchos más años de existencia que a nuestro Sol, con lo que "un planeta habitable como ese […] sería la ubicación más obvia a la que nuestra civilización podría migrar una vez que el Sol esté muriendo, dentro de unos 5.000 millones de años", sostiene Abraham Loeb de la Universidad de Harvard, según cita el medio.
De ser así, esto sería "un gran indicio para la posibilidad de que tenga vida", detalla el portal. Además, a Próxima Centauri le quedan muchos más años de existencia que a nuestro Sol, con lo que "un planeta habitable como ese […] sería la ubicación más obvia a la que nuestra civilización podría migrar una vez que el Sol esté muriendo, dentro de unos 5.000 millones de años", sostiene Abraham Loeb de la Universidad de Harvard, según cita el medio.
El planeta se encuentra lo suficientemente cerca como para enviar allí la primera nave interestelar tripulada. Así, se necesitarían 20 años para alcanzarlo si se viajara al 20% de la velocidad de la luz.
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