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| Un hombre judío hace sonar el shofar mientras miles rezan delante del muro occidental durante la bendición sacerdotal, 07 de octubre de 2004. (Nati Shohat / Flash90) |
La noche del sábado una estación de radio de Jerusalén interrumpió su programación regular para dar una noticia especial: el Mesías había llegado.
El anuncio tuvo lugar desde el Muro Occidental del antiguo templo de Jerusalén, donde se reunieron miles para marcar el final del sombrío día de Tishá Be Av, un día de duelo que conmemora la destrucción de los dos templos judíos.
La mala noticia: fue una representación no un hecho real.
Pero aun así mucha gente se lo creyó, realmente creyeron que el Mesías había hecho su arribo a la ciudad de Jerusalen, específicamente en ese día y en ese lugar.
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| El muro occidental el sábado después de Tishá Be Av. (Facebook: Organización Sionista de América) |
Un corresponsal de radio Kol Chai (Tzvi Tessle) informó durante la reunión de miles de personas frente al muro de los lamentos que: "la llegada del Mesías parece que está a punto de suceder en cualquier momento." El rugido de la multitud era audible en el fondo.
"Todo el mundo aquí esta excitado ante la inminente aparición del Mesías a las puertas de Jerusalén", dijo Tessler.
"Todavía no está claro si va aparecer montado sobre un asno o va a descender en una nube del cielo". Continuó el relato refiriéndose a un antiguo debate sobre el método de la llegada del Mesías. "La gente esta muy emocionada y a la expectativa", afirmo.
"Todos los representantes de diversas naciones esperan formando una guardia de honor, y están aquí esperando el cumplimiento de la profecía".
"Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.
Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová". Isaias 2:2
"No sé si aún me puede oír, apenas puede oírme a mí mismo, pero está sucediendo en este momento" Tessler continuó con entusiasmo; "La procesión se acerca y el canto de la multitud es ensordecedor. Aquí está, exactamente 1.946 años después de la destrucción del Segundo Templo, el exilio amargo ha llegado a su fin; el Mesías está llegando a Jerusalén".
El altavoz de nuevo crujía con la recitación a todo volumen: "Bendito seas Dios, Rey del mundo, el maestro de los secretos"; recitando otra de las bendiciones al Mesías. La multitud respondió de nuevo con un rotundo: "Amén."
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