La mañana del 28 de marzo de 1787 pescadores a caballo recorrían las costas de Acapulco como cualquier otro día de pesca cuando se percataron que súbitamente el agua del marretrocedió como si "el mar se hubiera tragado el agua" descubriendo arenas de diferentes colores, algas y arbustos marinos, después de un minuto de calma el mar volvió para arrasarlo todo a su paso.
Según estudios de la Sociedad Sismológica de América, en marzo de 1787 el sismo de 8.7°Richter provocó el mayor tsunami en la historia de #México provocando olas de casi 18 metros, es decir, olas de la altura de un edificio de 7 pisos. El desastre fue tal que los científicos Gerardo Suárez y Paola Albdónel del National Institute of Geophysics and Volcanology de Estados Unidos relataron que -los habitantes quedaron varados sobre los árboles de las montañas ubicadas a kilómetros de las costas- hasta el momento no se sabe ni se tienen registros de la cantidad de muertos.
Se registró también que el muelle de Acapulco quedó inundado por más de 24 horas, mismo destino compartieron las costas de Tehuantepec y Puerto Ángel (en aquel entonces Pochutla), Oaxaca. Habitantes que regresaron a la zona afectada después del tsunami, quedaron sorprendidos con lo que sus ojos vieron y se registró para la posteridad este testimonio:
"El mar invadió la tierra con sonidos horribles dejando peces y algas de forma extraña"
Algo muy similar a lo que ha sucedido en recientes tsunamis como los acontecidos en Indonesia en 2004 y Japón en 2011 dónde se avistaron varados animales extraños, seguramente succionados desde zonas abisales hasta la superficie.
¿Se avecina otro gran tsunami?
El terremoto de 1787 fue uno de mayores que ha habido en la zona de subducción que se encuentra entre las placas de Cocos y la Norteamericana durante los últimos 500 años, misma que se ha mantenido en calma por más de 106 años acumulando energíaque podría ser liberada en cualquier momento.
Como ya he escrito en otros artículos explicando la peligrosidad de la Brecha de Guerrero [VIDEO], es de suma importancia que el pueblo mexicano conozca y sepa del inminente peligro que se viene, ya que últimamente ha temblado en donde hacía falta temblar: el Itsmo de Tenhuatepec, Puebla y ahora falta Guerrero, Estado donde está el temor de todo sismólogo mexicano y que el mismo Miguel Ángel Santoyo cabeza del SNN de la UNAM nos advirtió hace unos días.
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