Más funcionarios y legisladores republicanos permanecen públicamente detrás de los intentos de la campaña del saliente mandatario Donald Trump de impugnar el resultado electoral a través de demandas que desafíen el conteo de votos en algunos estados, luego de que el todavía inquilino de la Casa Blanca, sin pruebas, denunciara un fraude generalizado, y no diera ningún paso para iniciar el proceso de transición al presidente electo, Joe Biden.
El gobernador de Ohio, el republicano Mike DeWine, dijo el domingo a la cadena CNN que “está claro que Joe Biden es el presidente electo y es importante que ya comience una transición pacífico del poder”.
Asimismo, el gobernador republicano de Arkansas, Asa Hutchinson, en una entrevista concedida el domingo a la cadena NBS News dijo que el proceso debe empezar cuanto antes, y aseguró que “es muy importante que Joe Biden pueda participar en las reuniones informativas diarias de inteligencia para asegurarse de que esté preparado y comenzar a abordar la crisis del nuevo coronavirus.”
Al respecto, también el senador republicano de Oklahoma, James Lankford, prometió intervenir si Trump no permite que Biden obtenga las sesiones informativas de Inteligencia que son habituales para un presidente electo en el traspaso de poder. “No es una pérdida para él entregar los informes”, dijo a una estación de radio en Oklahoma.
Desde la semana pasada cuando la victoria de Biden se hizo evidente, Trump y su Administración no dieron ningún paso para iniciar el proceso de transición. Se trata del primer traspaso de poder en EE.UU. que se encuentra vedado en dos décadas debido a la negativa del presidente del país norteamericano a reconocer su derrota en las elecciones e insistir, aún sin ofrecer pruebas, en robo de sus votos.
En la última semana, varios altos cargos de Seguridad Nacional de EE.UU. han alertado sobre las secuelas que supone la negativa de Trump a aceptar los resultados de elecciones y la transición del poder.
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