El subdirector del Centro ruso para la Reconciliación de las partes en conflicto en Siria, el contralmirante Alexander Vadim Kulit, ha dicho este martes que fueron cuatro aviones de combate F-16 israelíes los que atacaron la medianoche de lunes instalaciones al sureste de Alepo.
El alto mando militar ha detallado que los sistemas de defensa antimisiles Pantsir-S y y Buk-M2, ambos de fabricación rusa, lograron interceptar siete de ocho misiles israelíes. Un misil impactó el edificio de un centro de investigación científica en la localidad de Al-Safirah.
Horas antes, una fuente militar sirio anunció que las defensas aéreas sirias habían derribado la “mayoría” de misiles de la “agresión israelí”.
La Cancillería siria, por su parte, ha fustigado este martes, mediante un comunicado, la nueva agresión israelí contra el territorio sirio y denunciado que el ataque forma parte de los fallidos intentos del régimen de Tel Aviv de apoyar y salvaguardar a sus agentes en Siria, es decir el grupo terrorista Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham).
La nota ha advertido a Israel de las repercusiones de apoyar el terrorismo y de mantener la ocupación de algunos territorios sirios, incluido los altos del Golán, y subrayado que “el Ejército sirio está más decidido que nunca a retomar el Golán ocupado”.
Desde el estallido del conflicto en Siria en 2011, Israel ataca con frecuencia objetivos militares o civiles en el país levantino para frenar el rápido avance del Ejército sirio hacia los escondites de las bandas radicales; sin embargo, en la mayoría de los casos, las unidades de la defensa antiaérea de Siria han frustrado dichas ofensivas.
Siria denuncia que Israel, mediante esas acometidas, busca apoyar a los grupos terroristas, como Daesh y el Frente Al-Nusra, para desestabilizar la región de Asia Occidental, entre otros objetivos, y deja en claro que responderá a su debido tiempo a las violaciones militares israelíes.
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